Rubio en su toma de posesión: «Si terminamos la legislatura, confío en que podamos decir que esto ha sido una pesadilla»
El nuevo consejero de Servicios Sociales y Gobernanza Pública del Gobierno de La Rioja asume el cargo con «sensación de responsabilidad», aunque, a nivel personal, confiesa que «el proyecto genera expectativas e ilusión»
Pablo Rubio Medrano tomado posesión en la mañana de este martes como nuevo consejero de Servicios Sociales y Gobernanza Pública del Gobierno de La Rioja, sustituyendo así a los dos miembros cesados en el Ejecutivo regional, Ana Santos y Francisco Ocón. El abogado logroñés de 62 años, diputado regional con el PSOE desde 1987, ya fue consejero de Trabajo y Bienestar Social (1983-1987) y de Salud, Consumo y Bienestar Social (1990-1995) en los gobiernos socialistas de José Ignacio Pérez. El acto se ha celebrado a la entrada del Palacete, al aire libre, con la presencia de autoridades como la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán; el presidente del Parlamento riojano, Jesús María García; el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, los alcaldes de Arnedo y Nájera, Pablo Baena (Cs) y representantes de sindicatos, entre otros muchos cargos, como diferentes directores generales.
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La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha presidido un acto sencillo y rápido, escueto en palabras, porque no ha habido discursos públicos, en el que se han renombrado todos los cargos, aunque los cambios solo han afectado, además de a Pablo Rubio como nuevo consejero, a Celso González, a quien, además de la Consejería de Hacienda, se le añade Administración Pública; y a Raquel Romero, cuya área pasa a denominarse Igualdad, Participación y Agenda 2030. Los demás, Sara Alba, José Ignacio Castresana, Pedro Uruñuela, Alejandro Dorado y Eva Hita, mantienen sus consejerías. De esta manera, del equipo con el que inició Concha Andreu la legislatura, con nueve consejeros, solo mantiene a cinco, reduciendo la nómina a ocho consejerías y habiendo cambiado la cara a cuatro de ellas.
«Son tiempos difíciles, asociados con la situación de la crisis del COVID-19, por lo que la prioridad de la consejería será este hecho», ha manifestado Pablo Rubio a los medios de comunicación tras prometer su cargo. Para el nuevo consejero, lo fundamental es «dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, en educación, salud y servicios sociales, sistemas básicos para dar respuesta a la situación actual». Para Pablo Rubio, en el regreso al Gobierno «prima la sensación de responsabilidad», aunque, a nivel personal, confesó, «el proyecto genera expectativas e ilusión, es un reto difícil para todos, estamos en tiempos que no preveíamos».
Una de las frases más sonoras de Rubio, sin duda, ha sido la siguiente: «Confío en que, si terminamos la legislatura, podamos decir que esto ha sido una pesadilla, aunque ahora mismo ese horizonte nos parece lejano». El consejero ha admitido que durante este primer año de la legislatura socialista «se han podido producir disfunciones», pero que ahora se abre «una nueva etapa». Aunque no la pronunció, Rubio aceptó la existencia de la crisis dentro del seno del Ejecutivo regional, por eso, respondió a la pregunta de la periodista Yolanda Pérez (TVR) sobre el tema, el consejero respondió que esperaba que «dentro de unos meses, cuando me pregunte, pueda decir que no existe».
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