Cuatro familias procedentes de Ucrania llegaron la semana pasada a Ábalos. JUSTO RODRÍGUEZ

La iniciativa privada de empresas y familias se anticipa en la acogida a los ucranianos

El Gobierno de La Rioja dispone de 28 pisos para refugiados, aunque ayer no quiso adelantar si alguna plaza está ya ocupada

Carmen Nevot

Logroño

Martes, 15 de marzo 2022, 01:00

La anunciada invasión de Ucrania no solo despertó una ola de indignación, dolor y consternación prácticamente en todo el planeta, también agitó una oleada ... de solidaridad de familias y empresarios que se han adelantado en el acogimiento a refugiados a la ayuda anunciada por las instituciones.

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Aunque nadie quería creer en la idea de una invasión a gran escala contra Ucrania, las primeras bombas caídas el pasado 24 de febrero, día uno de la guerra, en Kiev, Járkiv, Odesa, impactaron de lleno en los ucranianos residentes en La Rioja, 373 según lo últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las imágenes removieron conciencias y tres después de forma espontánea Anna Dzioubenko, natural de Kiev, convocaba a través de WhatsApp una concentración por la paz. Era domingo 27 y las previsiones se desbordaron. Un millar de personas clamó por el fin de la invasión desde la logroñesa plaza del Mercado.

La comunidad ucraniana fue la primera en movilizarse. Bajo el nombre 'Colectivo Ucrania Rioja' lanzó un SOS a través de las redes sociales solicitando ayuda para el pueblo ucraniano. Cuatro días después, se veían desbordados por las aportaciones de los riojanos que serían distribuidas por los afectados por la guerra.

Fueron los primeros, pero desde luego no los únicos. La petición de auxilio desencadenó un efecto dominó entre infinidad de asociaciones, colectivos, empresas, clubes deportivos y colegios.

La Diócesis de Calahorra, La Calzada y Logroño ponía a disposición las casa diocesanas de El Rasillo, Enciso y Pedroso, además del Seminario para acoger a refugiados ucranianos, y el Gobierno consultaba la disponibilidad de ayuntamientos para albergar a los desplazados.

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El 7 de marzo partían desde Polonia con destino a Logroño los siete primeros refugiados, dos madres y sus cinco hijos gracias al dispositivo puesto en marcha por la ONG 'Sonrisas de Fe', la colaboración de voluntarios ucranianos y la solidaridad de los riojanos. Cientos de familias de esta región se ofrecieron para acoger a los desplazados en sus casas a través del correo de la organización.

Ese mismo día, La Rioja constituyó bajo la copresidencia de la delegada del Gobierno, María Marrodán, y la jefa del Ejecutivo regional, Concha Andreu, el centro de coordinación para la respuesta a la crisis humanitaria en Ucrania. Un dispositivo que el portavoz gubernamental concretaba dos días después: 50 camas hospitalarias, envío de medicamentos, 28 pisos del IRVI, 19 de ellos con disponibilidad inmediata y otros 9 que estarían preparados en breve plazo. En materia Educativa, el Ejecutivo avanzaba que la región está lista para escolarizar a los niños ucranianos en el momento de su llegada.

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Preguntado ayer por los avances en el dispositivo y si ya habían llegado familias refugiadas a las viviendas habilitadas para tal fin, ni el Gobierno regional ni la Delegación del Gobierno quisieron responder a esta cuestión remitiéndose a la próxima reunión del centro de coordinación, previsiblemente mañana, en la que también previsiblemente se facilitarán todos los detalles.

Sea como fuere, al margen de la vía institucional, los primeros refugiados llegaron a Arnedo la semana pasada a La Rioja de la mano de familias. Oksana Zasimenko y su hija Kristina recalaron en casa de su cuñada Larysa Yanovskyy. Otros cuatro encontraron albergue en Calahorra y se esperaba la llegada de dos matrimonios con dos hijos cada uno y otra familia de nueve integrantes. Arnedo, para todos los que lleguen, se constituyó un centro de coordinación integrado por el Ayuntamiento, representantes ucranianos, Cruz Roja y Cáritas.

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El segundo grupo de refugiados ucranianos llegó a Ábalos. En total catorce desplazados encontraban cobijo en el municipio riojalteño después de recorrer en sus propios vehículos los casi 3.500 que les separan de su hogar.

La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) en La Rioja, en coordinación con Cruz Roja, gestionó la acogida en Ábalos y ahora también se encargará de traer más familias a la zona de Moncalvillo. En ese goteo constante también han llegado ya más familias a Nalda.

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Además, dos guardias civiles de La Rioja, de la asociación 'Guardias Civiles Solidarios' participarán en un convoy de reparto de ayuda que partirá el próximo día 21 con destino a Polonia.

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