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Imagen de archivo de las obras de la A-12 o autovía del camino, a la altura de Grañón, el único tramo pendiente en territorio riojano. Justo Rodríguez
Impulso 2025 | Infraestructuras

Por carretera. El despertar de la doble vía

En 25 años La Rioja ha dado un impulso a las autovías, aunque en 2000 partía de cero, una cifra fácilmente superable; ahora el reto está en acabar la A-12 y la Ronda Sur y hacer coincidir su final con la liberacion de la AP-68

Carmen Nevot

Logroño

Martes, 3 de junio 2025

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En 2000 La Rioja no tenía ni un kilómetro de autovía, aunque entonces estaban en marcha el tramo Logroño-Alto La Grajera y la variante de Navarrete. Sin embargo, la AP-68 atravesaba La Rioja de este a oeste desde hacía 20 años. En 2025, la comunidad cuenta con 62,2 kilómetros de autovía, y los mismos que entonces (119,4) de una vía de peaje cuya concesión se prorrogó precisamente en 2000, durante la presidencia de José María Aznar, hasta noviembre de 2026. La prórroga avivó la polémica. Lo hizo entonces y lo ha vuelto hacer ahora. El anuncio del Ejecutivo vasco de que seguirá cobrando por circular por esta carretera después de que se liberalice ha levantado polvareda.

En las dos décadas y media de siglo transcurridas ha habido dos grandes obras que aún están por terminar. Las de la Ronda consisten en adaptar la autopista AP-68 entre Arrúbal y Navarrete como circunvalación de la ciudad, una vez que esté libre de peaje. El remate de las obras se ha retrasado hasta 2026, previsiblemente para hacerlo coincidir con la liberación de la AP-68. La actuación se extiende a lo largo de 29 kilómetros en los que se han previsto dos conexiones y seis enlaces para distribuir el tráfico en las carreteras locales.

En junio de 2002 se inauguró la variante de Navarrete, el embrión de la A-12

La A-12 es otra de esas infraestructuras viarias que parecen encalladas en el tiempo. Se trata de una vía de alta capacidad que une Pamplona (Navarra) con el Alto Valle del Ebro, pasando por Logroño y con destino a Burgos. Es, sin duda, otra de las obras clave para esta comunidad porque conduce a Madrid pero que no termina de hacerse realidad.

Los trabajos en el trazado riojano, que en enero pasado estaban ejecutados al 73,78%, debían haber finalizado en 2023, pero la última previsión del Estado es que no concluyan hasta finales de este año. Entonces podría acabar el último de los tramos de esta región, el que transcurre entre Grañón y Villamayor del Río (Burgos).

En junio de 2002 se inauguró la variante de Navarrete, lo que fue el embrión de lo que es ahora la autovía del Camino. A la inauguración asistió el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Benigno Blanco, que por entonces parecía abonado a este tipo de actos en nuestra región. Repetiría varias veces ese año y también años después en el aeropuerto de Logroño y en la estación de tren, con ocasión de la puesta en servicio del tren Altaria.

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