El dispositivo, instalado en una simulación de columna vertebral y médula ósea espinal. Sonia Tercero

El Hospital San Pedro estrena un innovador sistema subcutáneo para tratar a pacientes con dolor crónico

El dispositivo, que envía estímulos a la médula ósea a través de unos electrodos, beneficiará a más de 300 usuarios y puede programarse de forma remota sin que el enfermo deba acudir a la Unidad

Lunes, 11 de noviembre 2024, 12:46

Tecnología al servicio del paciente para la mejora de su calidad de vida. La Unidad del Dolor del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital San Pedro acaba de incorporar a su cartera de servicios un innovador dispositivo para el tratamiento del dolor crónico. Se trata de una especie de marcapasos adaptado que se instala bajo la piel del afectado y que, a través de unos electrodos ubicados en la médula espinal, envía una serie de estímulos que modulan las señales del dolor antes de que lleguen al cerebro. El ingenio, además, ha sido mejorado y, además de reducir su carga a una vez por mes, permite su programación de forma remota a través de internet, sin que el paciente deba acudir al hospital, según han explicado este lunes la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, quien ha visitado el servicio y a su plantilla, acompañada por el gerente del Seris, Luis Ángel González.

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«Esta unidad sigue dando pasos de utilización de toda esa innovación, toda esa inteligencia artificial y todas las nuevas tecnologías dirigidos a mejorar la vida del paciente y, en este caso, a algo tan importante para el bienestar físico, mental y emocional como es aliviar el dolor», ha destacado la titular de Salud.

Según se ha detallado en la presentación, el pasado 20 de septiembre se realizó el primer procedimiento de implantación del innovador dispositivo, el segundo de estas características implantado en el norte de España, una intervención a la que acudieron como observadores anestesiólogos de las unidades de dolor de Intermutual de Euskadi y del vizcaíno Hospital de Cruces.

Los dispositivos se componen de unos cables delgados (electrodos) colocados sobre la médula espinal que, junto a una pequeña batería (generador) situada debajo de la piel, ayudan a modular las señales de dolor antes de que puedan llegar al cerebro, según ha explicado el coordinador de la Unidad del Dolor, el doctor José Antonio Sáenz López, quien ha explicado que «los estimuladores que utilizamos nosotros son un marcapasos modificado y unos electrodos, tambien adaptados, que en lugar de ir al corazón van a la médula espinal.

Por entendernos, aunque no es exactamente lo mismo, lo que consigue esta técnica, que requiere de una cirugía mínimamente invasiva, es engañar al sistema nervioso y que el paciente no sienta el dolor».

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El experto ha añadido que «hay una serie de test establecidos para medir el dolor y consideramos que es una fase positiva cuando el alivio del dolor es superior al 30 o 40%, si es menor consideramos que esta terapia no es eficaz para el paciente y la descartamos». Entre otras ventajas, el especialista, que ha asegurado que «tras la implantación, el paciente puede hacer vida normal y se minimizan la limitaciones que podía tener por el dolor, aunque no es una restauración del 100% sí que es un alivio del dolor importante», ha destacado la compatibilidad total de estos aparatos con resonancia magnética, que se trata de una tecnología intuitiva y que ofrece la posibilidad de programación en remoto para realizar la modificación de la terapia de forma telemática, desde el propio domicilio del paciente con conexión a internet, sin necesidad de que tenga que acudir a la consulta. «Esto no solo evita desplazamientos de los profesionales, sino que mejorará las condiciones del propio paciente al disminuir los inconvenientes que suponen tener que acudir muchas más veces al centro hospitalario, más aún en pacientes que viven en zonas geográficas de difícil acceso», ha aclarado el doctor Sáenz, quien ha señalado que los innovadores dispositivos cuentan, además, con un perfil de mantenimiento, ya que solo necesitan ser recargados una vez al mes o menos a diferencia de los otros dispositivos que precisan de recargas semanales e incluso diarias.

La consejera y el gerente del Seris, con el equipo de la Unidad del Dolor. Sonia Tercero

Con unos 300 pacientes en La Rioja con dispositivos antiguos que podrían beneficiarse de esta nueva tecnología, que solo está indicada en ciertos supuestos en los que, además, la terapia convencional ha dejado de ser eficaz. «El implante de neuroestimuladores, igual que ninguna terapia ni ningún tratamiento, no es, por desgracia, para todos los pacientes», ha aclarado, por su parte, Ana María Ibáñez Rodríguez, médico en la Unidad del Dolor. «Esta técnica está indicada fundamentalmente para el dolor de tipo neuropático que se produce como resultado del daño o la disfunción del sistema nervioso periférico o central principalmente el síndrome regional complejo y el síndrome de espalda fallida, caracterizada por dolor crónico después de cirugías de espalda, se utiliza también en dolor vascular/isquémico», ha detallado la especialistar, quien ha señalado que «actualmente se han diversificado tanto los productos utilizados para la neuromodulación como las localizaciones dónde se pueden aplicarla (subcutánea, nervios periféricos y cerebral) y sus indicaciones: dolor central, disfunciones sexuales y urológicas, incontinencia fecal, dolor visceral, cefaleas...».

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Casi 3.300 consultas anuales

La prevalencia del dolor crónico se ha disparado en los últimos años hasta afectar en estos momentos al 27% de la población adulta y representa ya el primer motivo de consulta médica. En este sentido, la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, ha destacado que «la Unidad del Dolor, que sigue dando grandes pasos en el manejo de las nuevas tecnologías dirigidas a mejorar la vida del paciente, es una de las que más futuro tiene, entre otras cosas por el envejecimiento de la población y la cronicidad de las enfermedades, ambas resultado de una buena sanidad».

La Unidad del Dolor, que depende del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital San Pedro, trata de recuperar al máximo la calidad de vida del paciente y, para ello, utiliza todos los medios existentes en la lucha contra el dolor, tanto con tratamientos farmacológicos como no farmacológicos. Las patologías más habituales son lumbalgia, cervicalgia, dorsalgia, lumbociátalgia y cervicobraquialgias; dolor de la espalda operada o espalda fallida; dolores artrósicos de caderas, rodillas, hombros y otras articulaciones; dolor miofascial o dolor muscular (contracturas persistentes que no se han aliviado con los tratamientos convencionales); dolor neuropático: neuropatía diabética, radiculopatía, neuropatías periféricas, neuralgia posterapéutica, neuralgia del trigémino, dolor regional complejo, fibromialgia; dolor oncológico de difícil control. También son atendidos los pacientes remitidos desde Urología por patología dolorosa vesical y problemas de incontinencia urinaria para tratamiento neuromodulador.

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La unidad dispone de dos consultas externas; sala de bloqueos ecoguiados, sala de Recuperación postbloqueos y vigilancia monitorizada para tratamientos farmacológicos endovenosos; sala administrativa y central de teléfono; un quirófano con escopia en la zona de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) para procedimientos complejos que requieren ser realizados bajo visión directa de rayos X y para implantes de estimuladores medulares y bombas de perfusión intratecal.

Solo el pasado año la unidad contabilizó 3.265 consultas, de las que 895 fueron primeras consultas, y se realizaron 2.154 técnicas, 1.454 de ellas en quirófano.

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