Conciertos de los festivales RockLand y Holika, en Santo Domingo y Calahorra; junto al arquitecto y sacerdote Gerardo Cuadra, fallecido el 16 de septiembre. Justo Rodríguez
Cultura

Holika y RockLand disputan a Actual su viejo dominio

Los festivales emergentes abonan La Rioja para el negocio musical

J. Sainz

Logroño

Viernes, 21 de febrero 2025, 09:07

En los últimos años, La Rioja, bailona y fiestera hasta las trancas, se ha abonado con furor al pujante negocio de los festivales. Ojo, no sea, además de una populosa moda de expresión de tendencias musicales y artísticas (lucrativa solo para la iniciativa privada), una burbuja más comercial que cultural. En todo caso, en 2024 confirmaron su trayectoria emergente eventos multitudinarios relativamente recientes como Rockland en Santo Domingo de la Calzada y, muy especialmente entre los más jóvenes, Holika en Calahorra, que ya disputan seriamente el viejo dominio de un veterano y desconcertante Actual, de nuevo sin dirección artística por criterio político, dormido en los laureles de Logroño como referencia cultural riojana indiscutida ya solo en el pasado.

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Comenzó el año, como siempre, con el Escenario de Culturas Contemporáneas. Ya en su trigésimo cuarta edición, el festival que organiza el Gobierno de La Rioja regresó a un modelo del pasado después de las dos anteriores intentando reorientar el rumbo con la dirección artística de Santiago Tabernero, una figura largamente demandada y que el nuevo consejero José Luis Pérez Pastor suprimió para tomar personalmente el timón y volver al modelo popular del año 2015, que él mismo coordinó siendo entonces director de Cultura. En sus manos, Actual 2024 se rigió por dos líneas maestras: hacer un festival para todos los públicos, incluido el infantil, y llevar espectáculos de todo tipo a todos los rincones de la ciudad. Veinticuatro conciertos en diez escenarios, medio centenar de grupos y artistas musicales, ocho películas, dieciocho espectáculos teatrales, siete exposiciones y dos instalaciones artísticas convirtieron Logroño en un parque temático llamado Actual. Todo en seis días llevaba ese sello.

Hubo, por supuesto, cosas muy buenas, en especial el destacado protagonismo de las mujeres. Desde la deliciosa Valeria Castro, que lo abrió en Riojafórum, al rock genuino de Aurora Beltrán y Tahúres Zurdos cerrándolo en la Sala Fundición, fueron las artistas quienes dieron aire a un festival empeñado en regresar a viejos esquemas.

Sierra Sonora marca el ritmo de evento cultural en el medio rural

El público respondió ampliamente, pero eso no necesariamente indica calidad. El supuesto éxito del espectáculo cómico y antimusical de Carlos Areces y Aníbal Gómez era el fracaso del pretendido Escenario de Culturas Contemporáneas, que, no teniendo vocación transgresora, terminó epatando con vulgaridad.

Los conciertos más multitudinarios en el Palacio de Deportes tuvieron cabezas de cartel de resultado previsible: triunfó a base de energía festivalera el indie-pop de Lori Meyers y cumplió como siempre el enésimo Loquillo con su banda de rocanrol. Los británicos Ocean Colour Scene fueron una agradable sorpresa y la despedida de El Columpio Asesino era casi obligada. Los Zigarros, por su parte, se fumaron el Teatro Bretón.

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A la hora del balance oficial, más de treinta mil personas pasaron por Actual 2024, una edición que su propia organización, la Consejería de Cultura, calificó como «sobresaliente». Resultado satisfactorio, por tanto, y poca autocrítica tras imponer un modelo de festival «para todos los públicos», «festivo», «familiar», «seguro» y «de Navidad española», en palabras del consejero Pérez Pastor. «Es el éxito de un modelo que ha funcionado», señaló, y que tendría su continuación al año siguiente.

80.000 en Calahorra

Pero si de fijarse en los números se trata, Holika goleó a Actual con 80.000 espectadores en cuatro días entre junio y julio. El festival de música urbana de Calahorra, en el parque del Cidacos, se convirtió ya en su sexta edición en el mayor evento de La Rioja, el más multitudinario no solo a nivel cultural y un nuevo referente del norte del país. Una empresa familiar, Burcor Producciones, con una generosa contribución de dinero público, eso sí, fue capaz de reunir en un municipio de La Rioja Baja a referentes mundiales del reguetón como Mike Towers, Dei V, Jhayco o Bryant Myers, que entusiasman a los jóvenes. Cada año escucha tentadoras ofertas para trasladarse a otras ciudades y otros países y Calahorra no quiere perder semejante filón de visitantes.

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Un filón que ya generó una réplica para un público más maduro pero también muy popular. La primera edición del festival Gran Reserva de Calahorra reunió a 23.300 asistentes en dos días, según la organización, también Burcor y Manzanos Music. El 21 de junio, 13.500 personas vieron a Melendi, La Oreja de Van Gogh, Mikel Erentxun y Pignoise. Y el 22, 9.800 a Luis Fonsi, Bustamante, Álex Ubago y Edurne. El criterio tanto en Holika como en Gran Reserva, está claro.

Ese es el nivel de asistencia en que se movió también RockLand Art Fest en su tercera edición: más de 23.000 espectadores y grandes leyendas del rock internacional en Santo Domingo del 19 al 21 de julio, una cifra que prácticamente doblaba la del año anterior y que desbordó la hostelería de la ciudad riojalteña. En la estela de sus giras crepusculares, dos bandas como Scorpions y Europe hicieron historia sobre el mismo escenario que pisaron además Soziedad Alkoholika y El Drogas (en su gira de 40 años de Barricada), Dead Posey, Crawlers, Oslo Ovnies, Vuelo 505, Da igual y Los Sexpeares. Desde el heavy clásico europeo consagrado a nivel mundial, a grandes grupos nacionales de sonidos extremos y rock urbano, otras emergentes e incluso artistas de géneros más alejados del rock.

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De vuelta en Logroño, a finales de agosto también Muwi Fest apostó sobre seguro con nombres de gran público como Amaral y Rodrigo Cuevas para resarcirse de la tormenta del año anterior. Pero la incomodidad de tal aglomeración en el recinto de Franco-Españolas convertiría esa edición en la última de Impar Eventos en la bodega centenaria.

Menos tumultuosa fue la celebración con Rozalén del quinto aniversario de Sierra Sonora, el festival de Viniegra de Abajo, que no para de crecer sin perder su esencia de festival rural. Como lo son también en su estilo iniciativas consolidadas como Badarán que Hablar, Bañarte, Camprovinarte, Espacio ArteVACA, Sierra Sonora y Teatro de Canales de la Sierra.

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De la mano del guitarrista Pablo Sainz Villegas, La Rioja Festival siguió haciendo camino en la música clásica con el regreso tras veintinueve años de la Orquesta Nacional de España. Y memorable también fue el paso de la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. Música con mayúsculas.

Los que se fueron dejando huella

Gerardo Cuadra, arquitecto y sacerdote, gran renovador de la arquitectura religiosa riojana, falleció el 16 de septiembre a los 97 años. Medalla de Oro de las Bellas Artes de la Rioja 2004, con él se fue una figura irrepetible que durante más de medio siglo llevó a cabo en solitario un cambio en la forma de relacionarse con los edificios riojanos.

El 12 de noviembre murió también a los 84 años el escultor y fotógrafo hispano-chileno Alejandro Narvaiza Rubio, autor junto con su tío, el recordado Alejandro Rubio Dalmati, de una abundante obra pública.

Una semana antes, otra muerte muy sentida en el mundo local de la cultura fue la de Rosa Herreros, a los 81 años, presidenta y revitalizadora del Ateneo Riojano entre 1986 y 2002. Todos ellos dejaron una huella imborrable.

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