Galardones a la calidad del aceite riojano

Producto de calidad, riojano, de futuro y también de premio. La semana pasada se hizo entrega del los premios del 'V Concurso a la calidad del mejor Aceite de La Rioja 2020-2021' , en un acto que tuvo lugar en el Centro Cultural Ibercaja, una iniciativa en la que colabora el Consejo Regulador de la DOP Aceite de La Rioja y la Consejería de Agricultura.

La directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, Nuria Bazo, entregó los galardones junto al presidente de la DOP Aceite de La Rioja, Miguel Martínez de Quel. Bazo destacó «la contribución que el cultivo del olivar realiza en la transformación ambiental y en promover un medio rural vivo y sostenible desde la calidad e innovación de sus producciones». Recordó que «la transición verde es uno de los grandes retos que aborda la agricultura en la próxima década»e incidió en que «la Estrategia de la Granja a la Mesa, alineada con los objetivos del Pacto Verde Europeo, marca el camino para las producciones sostenibles, el objetivo es crear una cadena alimentaria sostenible para los consumidores, los productores, el clima y el medio ambiente».

En esta quinta edición, los ganadores fueron Javier Grijalba en la categoría de frutado verde, Bodegas Altanza en la categoría de frutado maduro, Karey Agrícola en la categoría de ecológico y Trujal de Galilea en la categoría de cooperativas.

Además, la mención especial al comercio distribuidor que mejor prescribe el oro líquido riojano recayó en Fuertes Gourmet de Logroño.

La Consejería de Agricultura participa en los panales de cata del Concurso a la Calidad del Mejor Aceite de La Rioja.

«Desde el Gobierno de La Rioja vamos a acompañar al sector en esta transformación, en la investigación e innovación, en el apoyo a la comercialización y, sobre todo, en la digitalización para situarlo en el siglo XXI. Continuaremos trabajando en colaboración con la DOP para obtener aceites de oliva con cualidades diferenciadas. Y promoveremos la divulgación para hablar de cultivo de olivo como cultivo verde con una amplitud de cualidades», dijo la directora general, informó Europa Press.

«Desde los pequeños trujales arraigados a la tradición de nuestros pueblos, hay mimbres para construir el futuro de este sector, que pasa por la profesionalización de nuestros productores y por una alta calidad de las producciones, que ya las tenemos, pero que seguiremos impulsando desde la creatividad, el empuje y el convencimiento de que estamos ante un sector que cree en lo que hace», reflexionó. «Hoy, el aceite de oliva de La Rioja es patrimonio agrario, paisajístico y cultural de nuestra región», afirmó.

En extensión, la superficie total de olivo cultivado en La Rioja es de 5.650 hectáreas, de la que el 13 por ciento, aproximadamente 750 hectáreas, es ecológico, lo que le sitúa al olivar como el cultivo de la región que ofrece un mayor porcentaje de superficie en ecológico respecto al total de su producción.

La directora general de Desarrollo Rural no olvidó en su discurso la contribución del cultivo del olivo como «factor de preservación del medio ambiente, por lo que está llamado a ser un cultivo reforzado ante el cambio climático», ya que desde el olivar, recalcó «podemos contribuir enormemente a la transformación ambiental».

«Somos productores que transformamos cerca de casa y que en muchos de los casos podemos vender cerca de casa. Ese es el objetivo que queremos impulsar. Una cadena alimentaria para los consumidores de cercanía. Estamos en el lenguaje de la proximidad y en el lenguaje de las producciones de kilómetro cero», aseguró.

Bazo celebró además el camino recorrido por el sector del aceite de oliva, porque «se ha hecho un gran avance y se ha consolidado un sector que es eje de región, que mira al territorio, al producto y al productor».