... Al 'pinchazo' en las dosis de refuerzo
La explosión de contagios, los nuevos protocolos y el menor interés de los grupos más jóvenes ralentiza el plan de vacunación
La cobertura vacunal conquistada por La Rioja ha sido la gran barrera frente a la variante Ómicron del SARS-CoV-2, un muro que ... ha logrado mitigar las dramáticas consecuencias que podría haber provocado una embestida tan virulenta como la desencadenada desde finales del pasado año por el virus solo unas semanas después de que la comunidad parecía caminar con paso firme hacia la soñada nueva normalidad postpandémica.
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El coronavirus no ha logrado traspasar la barrera, aunque sí ha evitado su refuerzo. El exitoso plan regional de vacunación se ha visto ralentizado debido al 'pinchazo' que la sexta ola pandémica ha provocado en las fases más recientes de la estrategia: la administración de la tercera dosis, la de recuerdo, a toda la población mayor de 18 años; y el proceso de inmunización pediátrica, dirigido a los menores de entre 5 y 11 años.
La disparatada cifra de infectados detectados en La Rioja desde primeros de diciembre –casi 50.000, para duplicar con creces las estadísticas de los 21 meses anteriores– y la decisión de la Comisión Nacional de Salud, a finales de enero, de fijar la administración de la inyección de recuerdo a los cinco meses tras el contagio (con un intervalo mínimo de cuatro semanas) si la última dosis recibida fue de Pfizer o Moderna, ha obligado a posponer un refuerzo que se había puesto en marcha el 27 de septiembre de 2021 con los mayores residentes, un mes después con los profesionales sanitarios, a continuación con los mayores de 70 años y desde el 2 de diciembre con los sexagenarios. Dichas franjas acudieron de inmediato a la llamada y su tasa de cobertura logró resultados sobresalientes, del 92,70% en los mayores de 70 y del 93,90 en los de 60 a 69 años.
Pero junto a los nuevos protocolos y la consiguiente espera obligada tras superar la enfermedad, otra variable, ya conocida en este proceso, el desinterés creciente por la vacuna conforme se desciende en la pirámide poblacional, ha penalizado la fase de administración de la tercera dosis. Ya costó con las primeras –de hecho, el 14,4% de los riojanos de 20 a 29 años y el 12,1% de los de 30 a 39 no se ha vacunado aún– y la misma tendencia se aprecia en el momento actual, con amplísimos porcentajes de vacunados pendientes de rematar su protección, tasas que se incrementan cuanto más se desciende en el capítulo de grupos etarios.
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Una brecha juvenil
Con el colectivo de 50 a 59 con un porcentaje del 72,85% que ya ha completado el proceso de triple dosis, en la franja inmediatamente inferior, la de los de 40 a 49, para quienes la Consejería de Salud abrió el sistema de autocita el pasado 8 de enero, la tasa desciende al 57,34%. No obstante, los indicadores son aún más inquietantes, otra vez, en los veinteañeros y treintañeros. Si en las franjas etarias superiores los porcentajes son muy similares a la media nacional, los jóvenes riojanos quedan muy lejos de los valores que acredita el conjunto del país. Entre los de 30 a 39, incluidos en el sistema de autocita desde el 14 de enero, el porcentaje se queda en el 38,43% frente al 41,85 de España; y en los de 20 a 29 (la posibilidad de recibir la tercera dosis se abrió a todos los mayores de 18 años el 1 de febrero), la tasa es de solo el 20,34%, más de 13 puntos por debajo de la estatal, 33,64%.
Tampoco la sexta ola ha dejado evolucionar como se había planificado la vacunación pediátrica. En el proceso, iniciado en vísperas de las navidades, todavía constan sin dosis alguna 4 de cada diez niños riojanos de 5 a 11 años. El último protocolo amplió de 4 a 8 semanas la vacunación de los menores tras superar la infección. Con una dosis ya están 14.084, el 64,2% frente al 57,6% nacional; y con la pauta completa, 4.882, el 22,3% (20,1% en el país).
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