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Juan Marín

«Siempre hay quien llora el primer día, pero hoy no vemos ningún llanto. Tienen ganas de volver»

Padres, niños y profesores afrontan con ganas y algo de prevencion el primer día de clase

Lunes, 7 de septiembre 2020, 12:03

Han pasado seis meses desde la última vez que los niños y niñas pudieron compartir momentos en las aulas del colegio Jesuitas y se nota. A la entrada, justo antes de formar las filas, algunas se mostraban inquietas por entrar con sus antiguas compañeras de clase. Este es el caso de las hijas de David González, quien le decía a la pequeña que esperara un poco porque todavía le quedaban cuatro minutos para entrar. A lo que ella le contestaba: «Quiero entrar ya, que quiero ser puntual». Unos nervios que, sin ninguna duda, también se han notado en el ambiente. «Solo han tomado leche en el desayuno por los nervios y por las mariposillas. Pero muy bien, con muchas ganas y con muchos nervios por este primer día», manifiesta.

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Esta familia lleva con tranquilidad y con ilusión la vuelta a 'la normalidad' por parte de las pequeñas. «La mitad de estos seis meses los han pasado recluidas en casa. Tuvieron miedo y ahora no pueden hacerlo todo de golpe, tienen que ir por pasos. Pero volverán a portarse como unas campeonas, tal y como lo han hecho durante todo este tiempo», dice. Y asegura que en todo esto influye la buena información y organización llevada a cabo por el centro. «Este colegio siempre ha tenido un orden y gracias al patio y a las instalaciones pueden desarrollar el protocolo de una manera fácil y segura», destaca.

Por su parte, la responsable de comunicación del centro, Flor Banzato, destaca el protocolo llevado a cabo, que incluye entradas escalonadas, tomas de temperatura en infantil y primaria, desinfección de manos, filas diferenciadas en el patio y entrada directa a clase, entre otras. «Los nervios siempre hacen que las cosas sean más difíciles, pero todo transcurre sin ningún problema», asegura. De hecho, todo transcurre con buenas sensaciones. «El primer día siempre es muy común ver llantos de niños, pero hoy no vemos ninguno. Se nota que los niños tienen muchas ganas de volver al cole».

Una sensación que también comparten otras madres que han llevado a sus hijos al centro. «Por suerte estaban tranquilos», dice María Sáenz. A lo que su compañera, Mónica Hidalgo, respondió: «Como cualquier día, con algún nervio por volver con los otros niños, pero sin ningún miedo».

Siguiendo los protocolos en el Divino Maestro

El Divino Maestro es un centro más pequeño, pero no por eso es menos seguro. «Aquí se respeta la entrada y todo transcurre sin ningún problema. Los niños vienen con la rutina casi aprendida de casa. Solo queda insistir para que sigan las flechas diferenciadas de los recorridos», asegura Jorge Fernández, profesor del centro.

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Un protocolo que los niños incorporan en su 'nueva normalidad'. «He visto que les están tomando la temperatura y que les desinfectan las manos. También le he recordado que tienen que tener cuidado manteniendo las distancias y que tienen que llevar la mascarilla», explica Ana San Juan, en referencia a sus hijos de tercero de infantil y de sexto de primaria.

«Tanto el pequeño como el mayor necesitaban volver a clase para socializar un poco. Tenían ganas, pero también estaban nerviosos. Por nuestra parte, estamos contentos de que retomen su vida, pero siempre queda el miedo de que se junten con tantos amigos», manifiesta San Juan un poco apenada.

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«Mi hija tenía muchas ganas de volver al colegio. Es pequeña, pero es consciente de la situación. Por eso, hay que intentar que fluya de la mejor manera posible», dice Silvia Lindner, tras dejar a su pequeña. Y es que, a pesar de la edad, los niños también viven la vuelta al colegio con incertidumbre. «Mi hermana está muy nerviosa. Es demasiado consciente del tema y tiene miedo porque en casa convive con personas de riesgo», expone Marta Achútegui.

Los familiares viven la vuelta a las aulas con incertidumbre, algunos incluso con un poco de pesimismo por lo que puede venir:«La organización está muy bien. El problema son las expectativas, que son bastante malas. En dos semanas veo que los niños están otra vez en casa», lamenta Achútegui. «Quiero intentar ser positiva, pero tengo la sensación de que habrá que dar algún paso hacia atrás», concluye Lindner.

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Sin percances en Marianistas

En Marianistas ya han entrado todos los cursos de infantil y de primaria y sin ningún inconveniente. Todo debido al protocolo del centro y a la predisposición de los familiares. «Teníamos todo muy bien organizado. Los padres han respetado todas las indicaciones y hemos desalojado muy pronto el patio. Se les ha tomado la temperatura a todos los niños antes de entrar a las aulas y ha sido bastante más rápido de lo previsto». asegura Chus Sauca, directora del colegio.

Ahora mismo están entrando los cursos de primero de Bachillerato y primero de la ESO. Luego le llegará el turno a segundo de Bachiller y, de forma escalonada, a los cursos que queden por entrar. «No esperamos ningún percance. Todos los protocolos están muy claros y las familias están informadas desde la semana pasada. Hemos hecho reuniones informativas con pocos padres y ahora haremos otra, porque, si hay dudas, es mejor resolverlas en persona», añade.

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La directora indica que, en esta situación, lo que más prevalecen son las ganas. «Tenemos muchas ganas de empezar. Llevamos seis meses sin ver a nuestros chicos y, como maestros, lo que más queremos es estar dentro del aula». Eso sí, con ciertas preocupaciones por la situación tan atípica que se está viviendo. «Todos tenemos respeto. No es un curso ordinario, porque las medidas son muchas. Pero teníamos muchas ganas de que el curso comenzase y de que continúe, sobre todo, de manera presencial, que es lo que hemos planteado desde este centro», confiesa Sauca.

Por su parte, la orientadora del centro, Marian Sánchez, indica que esperan que no haya ningún caso positivo. «Puede haber algún caso tal y como está la situación, pero intentaremos que esto no ocurra», afirma. A lo que la directora responde: «Podemos afrontarlo y continuar con nuestra actividad en función de los protocolos», expone Sauca.

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Normalidad en Alcaste

Alcaste ya tiene distribuidos a todos sus alumnos, que han ido entrando a las aulas de manera escalonada, desde primaria hasta los siguientes niveles de secundaria y Bachillerato. «Los padres han sido muy responsables y los alumnos también. Los estudiantes han entrado por puertas diferentes, se les ha tomado la temperatura, se han limpiado los pies en las alfombrillas y se han ido con los profesores a sus aulas», explica Irene Parra, directora del centro.

Una situación que, según describe la directora, se afronta con total normalidad. «Estamos bastante tranquilos. Los protocolos que tenemos en el centro son bastante seguros. A esto hay que añadirle que tenemos alumnos que sabemos que van a respetar las medidas del plan de contingencia. Siempre pensando que pueden ocurrir cosas. De ahí, que extrememos todos las precauciones», concluye.

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Buen comportamiento en el Rey Pastor

Desde Rey Pastor describen la vuelta a las aulas como una situación «estresante», pero que ha transcurrido sin problemas. El director de este centro, José Antonio García, asegura que el único inconveniente ha sido la repetición constante de las medidas a seguir. «Los chavales se han portado fenomenal, pero hemos tenido que indicarles y repetirles de una manera constante las rutinas que tenían que adoptar para que poco a poco fuesen adquiriendo el hábito», manifiesta. Una explicación bien recibida por parte de los alumnos. «Han estado muy receptivos y han aceptado las normas con mucho interés y con buena disponibilidad», concluye.

Importante regreso en Agustinas

En Agustinas pesa la 'nueva normalidad' de los estudiantes justo en el segundo momento más importante del regreso a las aulas, en concreto, en el turno de salida. «Ahora están saliendo algunos por una puerta, otros por el otro lado. Todavía está todo bastante alborotado», comentan desde el centro.

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Incorporación escalonada en el Paula Montal

En el Paula Montal, la acogida de los alumnos también ha tenido lugar de manera escalonada y organizados mediante filas. Los estudiantes de infantil y primaria han seguido las recomendaciones sanitarias y han esperado para acudir a las aulas «nerviosos e ilusionados, con muchas ganas, pero con precaución de mantener la distancia para no juntarse mucho en las filas», asegura Eduardo López, director del centro, quien ha explicado que el recreo «los pequeños también han seguido los protocolos de higiene y de seguridad». Por su parte, los cursos de Secundaria y los matriculados en Ciclos Formativos han acudido al colegio, también de manera escalonada, para la presentación del curso, que también ha transcurrido con total puntualidad. «El balance es positivo», añade el director.

La hora de salida, sin embargo, ha sido el momento que ha acogido la mayor afluencia de personas. «Los estudiantes salían por turnos, pero todos los niveles juntos. Esto ha hecho que hubiese una mayor presencia de familiares en las aceras, pero se han distanciado para evitar posibles aglomeraciones», explica López, quien, como anécdota, ha hecho referencia a un pequeño percance que ha tenido lugar dentro de las instalaciones. «Una de las puertas no se ha abierto, pero lo hemos solucionado mediante la que estaba al lado».

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Una vuelta a las aulas inmersa dentro de la 'nueva normalidad' que, según explica el director, afrontan «con muchas ganas y con mucha ilusión, aunque también con incertidumbre, porque disponemos de pocos medios». «Solicitamos más personal a la consejería y, hasta el momento, no nos lo han podido conceder. Tenemos un plan de contingencia y lo estamos aplicando. Tenemos que ver cómo vienen los alumnos para hacer las cosas bien», concluye.

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