La cesta de la compra sigue cara por Navidad

Con cierta resignación, los comerciantes del mercado de San Blas asumen que llenar la cesta de la compra para Navidad costará más dinero que el año pasado, «algo más sí, pero tampoco mucho más», apostillan casi todos los minoristas consultados. Pero esa subida, en comparación con diciembre en 2023, parece olvidada puesto que en este 2024 que ya agoniza «estamos asistiendo a un alza de precios que dura todo el año». Sin embargo, hay productos donde resulta más llamativo este incremento en las últimas semanas como puede ser el caso de la merluza o del cabrito, más de siete euros de aumento en el caso del pescado y casi tres en la carne. «Y nosotros tenemos que trasladar a la clientela ese sobrecoste que también recibimos», asevera Cristina Insausti, que adelanta que los precios que tenemos ahora «pueden variar la próxima semana –a partir de mañana–», ya en las horas previas a la cena de Nochebuena.

Y ese cambio, por supuesto, si se produce, será al alza. Luis Gabriel Terroba confía en que se estabilice el precio «porque ya estamos notando todo el año incrementos, no solo en la materia prima –en su caso, los corderos, los cabritos o los cochinillos– sino también en otros productos que utilizamos nosotros a diario como bolsas de plástico, bandejas de poliespán...». La subida de precios en los animales «obedece a que cada vez hay menos animales en el campo, los pastores están desapareciendo y vamos a un modelo de ganado estabulado», justifica el carnicero.

Aunque en su caso todavía trabaja con un volumen importante «y para Nochebuena y Navidad mataremos en nuestro establecimiento alrededor de 400 ejemplares», asegura el responsable de este puesto en el que lleva ya más de cuatro décadas y que ahora comparte con su hijo Íñigo. El cordero sigue siendo el producto estrella «y la gente está pidiendo mucho la paletilla, que sale más económica, pero no siempre podemos atender las solicitudes». Cada animal tiene dos paletillas «y para venderlas hay que dar salida también a las chuletillas», precisamente el producto cárnico más caro en estas fechas –35 euros el kilo, dos más que el año pasado–, «y en esta época se venden menos que en el verano: no se hacen tantas barbacoas ni comidas en el campo...».

El chuletón también es un clásico en las celebraciones de estas fechas «y mucha gente opta por este producto, también por el solomillo o el entrecot, porque es lo más sencillo de preparar», reconoce Álvaro Gómez desde el mostrador de Carnicería Lili. El precio ha subido dos euros sobre las anteriores navidades, de 17,90 euros el kilo a 19,90, «pero es un aumento contenido, nada que ver con el alza del IPC».

Las carrilleras o el rabo de toro son otros dos productos «que tienen éxito estos días, porque quien puede prepara estos platos con antelación y después solo hay que calentar», señala. Aunque ahora se guisa «menos que antes», añade, «y se está perdiendo algo de tradición navideña. Es una pena pero es lo que sucede cuando de las casas empiezan a faltar las abuelas o las madres», apunta Mari Carmen González en el puesto de hortalizas que lleva su nombre. Atiende a un grupo de mujeres que le encargan cardo, alcachofas o escarola, «tres de los productos más consumidos estos días» y cuyo precio «es similar al del resto del año o incluso de la pasada Navidad».

Al igual que sus clientas, también la responsable de este negocio minorista se queja del incremento de costes –en las uvas sí que la subida se puede apreciar algo más, un euro en comparación con hace un mes y sesenta céntimos si la referencia es la pasada Navidad–, «pero cuando la gente va por ahí a tomar vinos, no le oigo decir 'me voy a otro bar porque aquí está muy caro'», dice Mari Carmen González.

A su espalda está el puesto de Verduras Sarramián que atiene Mónica Rubio. Ella también lamenta que los alimentos frescos no están lo suficientemente valorados «pero en cambio la gente no se priva de salir a comer por ahí. Es difícil encontrar mesa libre estos días en los restaurantes y aquí, en cambio, todo les parece caro». El incremento de los productos obedece a múltiples factores «pero no se debe olvidar que cada vez pagamos más impuestos, que la mano de obra cuesta dinero y, además, escasea...»

Tras un sábado de notable afluencia a la plaza, para mañana y el martes se espera el arreón final. «Estamos preparadas, es uno de los momentos importantes del año aunque aquí siempre tenemos un producto fresco de la máxima calidad», incide Cristina Insausti detrás del mostrador de su pescadería donde llama la atención un espectacular virrey así como las lubinas salvajes, el marisco o el besugo.

La oferta de pescado en el mercado se completa con los productos de Bacalaos Alejandra. El lomo de bacalao cuesta tres euros más que en diciembre pasado «y el que viene de año en año quizá sí note la subida, pero el cliente habitual ya se ha acostumbrado», dice Sara García, la dependienta, mientras prepara un pedido de cocochas. «Puede que estén un poco caras, pero como todo y no solo en Navidad», dice Sergio que se dispone a pagar.

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