«Si Capellán consigue implantar el grado de Medicina será una alegría»

– Para los ajenos a la UR, ¿qué es el Consejo de Estudiantes?

– Es el órgano que la Universidad reconoce como la máxima representación de los estudiantes, a través del cual nos podemos organizar para defender las cuestiones que surjan e intentar solucionar los problemas que puedan tener los alumnos.

– ¿Y usted por qué ha querido ya no solo presentarse sino revalidar el cargo?

– Creo que hay unas cuantas cuestiones en la UR sobre las que no se está haciendo hincapié y que son los puntos que he llevado en mi programa, los que creo que un representante de los estudiantes debe abordar, y no cuestiones menores... Hay que poner encima de la mesa que esta universidad pública no sea gratuita, aquí no puede acceder todo el mundo porque hay unas tasas que pagar para poder acceder. Tenemos serios problemas con los falsos becarios: hay legiones de estudiantes trabajando en empresas privadas e, incluso, en la Administración que no tienen ningún tipo de derecho laboral y menos aún salario, en muchos casos cubriendo puestos profesionales. Es muy grave que esto ocurra. Y también está el tema de la vivienda. Más de la mitad de los estudiantes de la UR no son de Logroño y las residencias mixtas que hay son privadas, por lo que, al no tener ningún tipo de competencia, pueden poner los precios que les dé la gana. A veces lo que se destina a vivienda es más que lo que se paga por matrícula por los precios desorbitados, debido a que no hay ningún tipo de control.

– ¿Realmente cree viable que la UR sea totalmente gratuita?

– Entiendo que el paso puede ser grande, pero podríamos empezar con que la primera matrícula sea sin coste. Esto es algo que tienen países de nuestro entorno, como Alemania y Grecia. Es algo que se puede hacer si hay voluntad de las administraciones.

– No menos difícil parece poder intervenir en el mercado de la vivienda para estudiantes...

– Lo que planteamos directamente es crear una residencia pública, que, entendemos, es más fácil que construir pisos de estudiantes. Sabemos que gestionar el mercado de la vivienda no es competencia de la UR, pero sí poder gestionar una residencia. Incluso una residencia ya no solo para universitarios, dado que hay muchos estudiantes de fuera que vienen aquí a estudiar una FP y tienen el mismo problema. Pedimos que el Gobierno de La Rioja o la propia UR, incluso el Ayuntamiento de Logroño, gestionen una residencia pública para regular precios, competir con las privadas y, de alguna manera, intervenir en el mercado. Se supone que a la educación pública debería poder acceder todo el mundo, pero de esta manera se establece un sesgo de clase.

– ¿Hay algún otro problema más particular y menos genérico por el cual acudan los alumnos de la UR al Consejo de Estudiantes?

– Hay otro tipo de cuestiones que siempre nos surgen, como en la pasada Navidad, que hubo problemas porque se lleva tres años cerrando la biblioteca en esas fechas cuando hay muchos estudiantes que quieren ir allí a estudiar. Pensamos que al menos los días laborales la biblioteca debe estar abierta. Además, habían cambiado los exámenes, los teníamos justo después de Navidad y cada uno tiene una situación en casa. La biblioteca, como edificio público de la UR, creemos que debería estar abierto. También sucede que hay un sistema de convocatorias que, cuando te presentas a un examen, corre; si las gastas todas sin aprobar, te quedas fuera de la carrera. Conseguimos cambiar que, si no te presentas al examen, no corriese convocatoria. Podía pasar que por una asignatura de primero con un porcentaje bajo de aprobados, estando ya en el último curso, te quedases fuera. Nos hubiera gustado eliminar el sistema de convocatorias pero al menos conseguimos que, si no te presentas al examen, la convocatoria no corriese, algo que antes sí pasaba.

– Una de las promesas electorales de Gonzalo Capellán fue implantar Medicina en la UR. ¿Qué piensa sobre esto?

– Si consigue implantar el grado de Medicina será una alegría. Por supuesto, no nos vamos a oponer, sobre todo teniendo la universidad privada acechando. Ojalá acabe siendo así y no solo una promesa electoral.

– ¿Cree necesarios otros estudios en la UR?

– Medicina no es el único, faltan muchos estudios. A principios del año pasado discutimos con el equipo rectoral por unas declaraciones en las que se afirmaba que no era necesario ampliar plazas en Enfermería, que es el grado en el que más demanda hay. Afortunadamente, parece que se van a ampliar. Y también conseguimos llevar al Parlamento una propuesta para ampliar plazas en Matemáticas e Ingeniería Informática, aprobada por todos los grupos políticos, incluido el que va a gobernar ahora. Veremos si cumplen o no. Pero también hablamos de carreras como Psicología, Veterinaria... que podrían impartirse aquí. Cualquier tema que sea ampliar oferta y plazas, y gestionar la demanda de los estudiantes, es bienvenido.

– ¿Cree que los universitarios están suficientemente concienciados con la reivindicación de sus derechos? Habitualmente las huelgas de estudiantes no cuentan aquí con un respaldo mayoritario...

– Buena pregunta... Siempre ha habido problemas con cómo crear organizaciones estables en los centros de estudiantes para defender sus derechos. Por nuestra parte intentaremos que los estudiantes estén enterados de qué derechos tienen. Sinceramente, creo que estamos creciendo, las medidas tomadas en el último año facilitarán que los estudiantes se organicen para defender los temas que les tocan.

– En conclusión, ¿qué valoración hace de la UR?

– Mejorable, pero la UR es una buena universidad en la que estudiar. Lo primero, cabe destacar lo bueno que es contar en nuestra comunidad con una universidad pública, que facilita que la gente pueda estudiar, hijos de familias trabajadoras, con pocos recursos, propiciando un ascenso social importante. Esto es fundamental, a pesar de las discrepancias que podamos tener con otros miembros de la comunidad universitaria. Yo creo que es una buena universidad para estudiar.