Papá espía mi móvil

Y llega el día: por fin, pese a su resistencia y sus temores, le va a comprar un teléfono a su niño. Sus amigos tienen, sus amigas tienen (o eso le dicen él y ella) y ha comprendido al fin que no se puede resistir al empuje de los tiempos indefinidamente. Así que se hace usted con un terminal apañadito (muy probablemente un Android de gama media-baja) y entonces empieza la duda: qué hará mi criatura con él.

Cierto, la educación en el uso de las nuevas tecnologías es (o debería ser) imprescindible a día de hoy. Para ese momento su hijo ya debería saber bien qué debe y qué no debe hacer, y también tener una idea sobre qué peligros le esperan y qué oportunidades puede aprovechar. Pero hay muchos padres a los que eso no les basta, y que prefieren, al menos al principio, tener una idea de qué está haciendo el niño o preadolescente con el teléfono.

Las tiendas de apps están llenas de aplicaciones que permiten vigilar, controlar o incluso poner límites a lo que el niño puede hacer con su terminal. Son aplicaciones muy variadas, en su mayoría de uso gratuito aunque muchas tengan un modo "premium", con funciones extendidas a las que solo se puede acceder pagando. En cualquier caso, el acceso gratuito facilita la prueba: descargar, probar, borrar... y vuelta a empezar.

Apps hay muchas, pero ahí van algunas de las más recomendadas. Todas ellas, sin embargo, requieren cuidado y una lectura atenta de las instrucciones, porque afectan a características claves del teléfono, cuya funcionalidad podría quedar comprometida en caso de problemas. Y si usa usted Android, cuidado con las versiones de su sistema operativo: algunas cosas podrían no funcionar o dar problemas, sobre todo en los terminales más antiguos, algo muy a tener en cuenta si decide usted reciclar ese teléfono viejuno para que lo use el chaval.

Esta app está más dirigida a controlar el uso de los niños en el teléfono de mamá. La app limita las posibilidades del niño cuando tiene el terminal en las manos: a qué apps puede acceder, que no pueda, por ejemplo, enviar mensajes o hacer compras... Una función muy útil, que comparten otras apps: si usted le ha dejado el móvil a su hijo para que use una app concreta y él sale de ella, el sistema volverá a llevarle automáticamente a esa app.

Ésta sí es una auténtica aplicación espía. Instalada en el móvil de su hijo, él no podrá desinstalarla o cambiar sus funciones sin saber la contraseña que usted le haya puesto a la app. Qustodio permite bloquear el acceso a determinadas webs o apps, pero también vigilar las llamadas, actividad en redes sociales o incluso geolocalizar a suu hijo (algunas de esas funciones son premium). Otra funcionalidad: una especie de 'botón del pánico' para que su hijo pueda comunicarse con usted con sólo un toque.

Controlar las apps, controlar dónde está el terminal, bloquear páginas web... La app genera también informes de uso del terminal de su hijo, e incluso vigilar en determinadas aplicaciones (como whatsapp) la aparición de determinadas palabras (una especie de filtro anti-acoso). Desde el terminal del padre se pueden controlar en tiempo real los parámetros del teléfono del niño. La aplicación permite un periodo de prueba gratuita de 20 días, después hay que pagar.

Ésta no es una app tradicional, sino un 'launcher'. Es decir, cuando está configurada, el teléfono se inicia a partir de esta aplicación, y eso es todo lo que el usuario ve. El teléfono queda, así, en un «entorno protegido» distinto del de los mayores. El sistema no permite cambiar el 'launcher' sin el permiso del padre, y también se puede controlar remotamente lo que pasa en el teléfono del niño.