«No ha pasado nada y ha pasado todo»

Aquel 23 de febrero también cayó en lunes. Al día siguiente, Diario LA RIOJA gritaba en su portada: «Fuerzas de la Guardia Civil tienen secuestrados a Gobierno y diputados». También incluía el mensaje del Rey, pronunciado a la una y media de la mañana.

Esa noche fue una noche de locos y el periódico refleja esa zozobra, como si las noticias sobre el golpe compusieran un extraño puzzle, difícil de encajar. En la página 28 un titular dice: «Diputados tumbados en el suelo, tiros y órdenes de permanecer en sus sitios» y en la página 29 otro, igual de grande, dice lo opuesto: «No hay heridos en el Congreso. Los diputados permanecen en calma en su lugar». En la última página, en un recuadrito titulado 'Normalidad en La Rioja', se indicaba que en la provincia no había incidentes, aunque sí confusión y una necesidad compulsiva de saber qué demonios estaba pasando: «Desde las seis y media, los teléfonos de nuestro periódico se vieron materialmente bloqueados de llamadas y se advertía a numerosos transeúntes provistos de transistores».

Al día siguiente se daba cuenta de que en La Rioja no se pasó de una fase de «alerta mínima», aunque algunos alcaldes, como el de Santo Domingo, actuaron con celeridad y sin tibieza, enviando un telegrama al Gobierno Civil expresando por escrito su postura de apoyo a la Constitución. Al final, tras la multitudinaria manifestación del sábado siguiente, convocada en Logroño por los partidos y sindicatos más importantes (desde AP al PCE), cobraba mayor vigor el enigmático titular que el 24 de febrero abría las páginas de información nacional del periódico: «No ha pasado nada y ha pasado todo».