Los otros del III Rioja Ultra Trail

Para completar una carrera como el Rioja Ultra Trail dicen que hay que estar hecho de otra pasta. No cabe duda de que es así comprobando que el campeón, Luis Alberto Hernando, o los riojanos Miguel Ferrer y Óscar Barriuso, que conformaron el podio en ese orden, finalizaron toda la prueba en menos tiempo del que utilizaron una veintena de participantes en recorrer sólo la última etapa. El III Rioja Ultra Trail contó en total con 80,5 kilómetros y 3.613 metros de desnivel, aunque divididos en tres etapas celebradas en días consecutivos, desde el viernes hasta el domingo, incrementando cada día la distancia y el desnivel positivo a superar. Sólo 93 corredores lograron terminar las tres etapas y, de ellos, sólo ocho fueron mujeres.

Cabe destacar que la última de ellas, Laura Díaz Arita, es una hondureña de 37 años afincada en Logroño desde hace apenas cuatro meses que vio y pisó la nieve por primera vez en su vida al ascender al pico San Lorenzo en la tercera y última etapa. Llegó última de la jornada, tardando casi ocho horas en completar los 44,5 kilómetros y 1.980 metros de desnivel, y fue la antepenúltima de la clasificación general, pero mereció la pena: «Perdí tiempo allí arriba haciéndome fotos y grabando vídeos para mandárselos a mi familia». Ella se define como «corredora popular», de hecho, ha vuelto a hacer deporte después de ser madre de dos hijos y reconoce que se apuntó a la III Rioja Ultra Trail «para conocer La Rioja de otra manera». Y, para su sorpresa, descubrió la nieve: «Fue impresionante tocarla, deslumbraba a la vista. Pensé que no llevaba ropa adecuada porque en televisión siempre se ve a la gente muy abrigada, pero fue una sensación maravillosa».

Primera riojana

En una posición más discreta de la clasificación se encuentra Yolanda Hijazo Pascual, logroñesa de 43 años que se ha convertido en la primera riojana que completa el Rioja Ultra Trail después de tres ediciones. Ella es una veterana del deporte riojano, comenzó a correr con el Club Maratón Rioja, pero una lesión de esquí le alejó del atletismo. Regresó con el club Loyola para formar un equipo femenino de cross junto a Violeta Villanueva y lo volvió a dejar para practicar natación. Su segundo regreso ha sido de la mano de la asociación Corre que te pillo y, de hecho, ha finalizado la prueba junto a dos compañeros de equipo: Diego Abad Gutiérrez y Chema Casorrán Infante.

«Con el monte me metí hace apenas un año, así que una semana antes del Ultra Trail pensé: ¿Dónde me he metido?; porque creí que no lo iba a terminar», confiesa Yolanda, pero lo logró y ahora cuenta con el orgullo personal de haber sido la primera riojana en haberlo conseguido, a pesar de que la salida más larga que había hecho en su vida había sido de 28 kilómetros. No obstante, Yolanda Hijazo está habituada a los esfuerzos extremos al haber realizado grandes travesías a nado. «Estas pruebas son de resistencia física y mental, hay que tener cabeza porque hay que ir kilómetro a kilómetro», explica. Para ella, terminar era «un reto personal» y admite: «Llegué a meta casi llorando de la emoción».

Los hombres

Entre los hombres también hay casos singulares. Quizá el más asombroso sea el del veterano atleta riojano Gregorio Ascacíbar Soriano, que a punto de cumplir 72 años ha completado por tercera vez el Rioja Ultra Trail. Pero el suyo, a pesar de ser un caso extraordinario, comienza a ser ya algo casi cotidiano. No obstante, es el vigente campeón de España de maratón en su categoría, mayores de 70 años. Otro corredor llamativo fue Spiderman. Abel Fernández, conocido en el mundo del trail como SpiderAbel, también completó su tercer Rioja Ultra Trail, en su caso, disfrazado del superhéroe Spiderman. Así vestido este miembro del club Amurrio Trail de 37 años suma ya más de 50 maratones, entre ellos los de Logroño, y ha emprendido una campaña a favor de la asociación Montes Solidarios, una entidad que promociona y organiza actividades de montaña para discapacitados.

Otro que ha repetido hazaña es Rubén Zabala, también conocido como El Corredor Solidario. Este excampeón regional de bicicleta de montaña, residente en Villamediana, ha corrido por segundo año consecutivo con la motivación de recaudar fondos para la Asociación Española de Lucha Contra el Cáncer. Durante su campaña ha conseguido el apoyo de deportistas como Abel Antón, Titín III, Estela Navascués, Diego Iturriaga, Toni Abadía, Carlos Mayo, Camilo Santiago, Susana Arrúa equipos como el Naturhouse La Rioja, la UDL, la SDL, el Calzados Robusta, el Campus Promete, el Sporting La Rioja, el escritor Andrés Pascual, los músicos de Tierra Santa, Silenciados y Rodrigo Mercado (hijo de Rosendo), así como muchas otras empresas y entidades. «Ha sido la carrera más dura de mi vida pero la causa merecía la pena», declaró Rubén al llegar a la meta situada en San Millán de la Cogolla.

También se puede citar a los hermanos riojanos José Antonio y Óscar Zuazo Ruiz, quienes, salvo en la contrarreloj individual de la primera etapa, han corrido juntos toda la prueba. Y al enólogo y director de I+D de Bodegas Riojanas Pablo Orio, que finalizó entre los treinta primeros de la general, una muy meritoria clasificación. O al ezcarayense Ángel Marugán, vigente campeón de La Rioja de cross en categoría junior que, con apenas 19 años, no sólo terminó el III Rioja Ultra Trail sino que, además, logró una notable posición 23º. Y, por último, llamó la atención la presencia de dos participantes que compartieron nombre: Iván Herrera. Uno, apellidado Pérez de segundo, luchó por la general y finalizó séptimo. El otro, apellidado Rivera de segundo y con el objetivo de acabar, fue el 76º.

Y un policía local

Se da la circunstancia de que Iván Herrera Rivera, burgalés de 44 años afincado en Navarrete, es miembro de la Policía Local de Logroño. No es algo extraño, de hecho, el ganador y campeón del mundo de trail, Luis Alberto Hernando, es guardia civil en excedencia. Aunque compitió con la camiseta del club Rioja Triatlón, Iván Herrera Rivero comenzó a correr hace un par de años con los Beer Runners. «La experiencia ha sido muy buena, y, aunque sumamente dura, también muy gratificante», declaró Iván.