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Toca hacer parón, descansar y analizar el trabajo realizado estos meses. Algunos están pudiendo celebrar estos días con la tranquilidad de tener los deberes bien hechos, mientras que otros deben recomponerse para intentar cambiar su situación. Aún queda tiempo, si bien hay nombres que ya despuntan tanto en la parte alta como en la baja de la tabla.
No es una sorpresa que el Náxara iba a ser uno de los rivales a batir este curso tras su reciente descenso de Segunda Federación. Sin embargo, pocos hubieran podido adivinar los impresionantes números que ha logrado protagonizar tanto a nivel regional como a nivel nacional gracias a una plantilla comprometida con los colores del equipo que apenas ha cambiado de forma con la pérdida de categoría. Y es que los blanquiazules no solo se han podido comparar con sus compañeros de grupo, sino que ha sido el único club de las cinco principales categorías del fútbol español en contar sus partidos por victorias en catorce jornadas consecutivas. Esta racha tan solo ha podido verse ensombrecida por el empate del pasado fin de semana contra el Agoncillo (2-2). No ganaron, algo raro en los de Josean, pero tampoco perdieron para consagrarse de manera holgada como el campeón del invierno con 46 puntos.
La UD Logroñés B, por su parte, está demostrando méritos suficientes para extender la estela conseguida la pasada temporada en la que no pudo materializar su ascenso por el varapalo del primer equipo. Cualquier otra temporada hubiera podido optar al primer puesto pero el Náxara está siendo, de momento, un hueso demasiado duro de roer. Solo ha perdido un partido pero se distancia a siete puntos del liderato.
Varea, Arnedo y Oyonesa completan el listado entre los privilegiados. Los tres equipos han sabido jugar sus cartas aunque su objetivo siempre ha sido ocupar una de las cinco primeras plazas. Mientras tanto, el Yagüe comenzó la temporada marcándose la meta de mantenerse en Tercera después de su año en Regional, pero lo que es cierto es que los del barrio logroñés han sabido acomodarse en la parte media de la tabla. No solo eso, sino que en la novena jornada llegó a colarse en la promoción al imponerse a todos sus rivales directos por la permanencia. Llega a las vacaciones en novena posición después de plantar cara a vestuarios como el del filial blanquirrojo.
La moneda tiene dos caras y en la cruz se encuentra el Casalarreina. Mientras el Yagüe ha ido callando bocas poco a poco, el Casalarreina ha sido uno de los que no ha sabido dar con la tecla esta categoría. Los riojalteños han pasado de quedarse a las puertas de la fase de ascenso la temporada pasada a ser un fijo de la zona roja en esta. Aún con el cambio en su banquillo. Salió Donato Ondo coincidiendo con su sexta derrota consecutiva para apostar de nuevo por un hombre de la casa como es Imanol Montoya. Pese a mostrar brotes verdes al hilvanar tres jornadas sumando, el Casalarreina ha vuelto a la senda de la derrota ante rivales como el Tedeón (2-3) o el Autol (4-1) para estancarse en el penúltimo puesto con once puntos.
Los datos de los riojalteños son preocupantes, más aún si se echa una vista a sus goles. Solo han metido 16 mientras que le han encajado 48 en contra, siendo el más débil defensivamente de la categoría. Sin embargo, no es el peor en cuanto a puntos ya que esa distinción la ostenta el Vianés. Como el eterno colista de la temporada los navarros tienen un pie en Regional Preferente al solo haber sido capaces de ganar un partido este curso. Ha empatado tres y el resto los cuenta por derrotas situándose a ocho puntos de la salvación.
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