El Calasancio rompe con el pasado y apura sus opciones

logroño. El Calasancio era posiblemente desde hace varias semanas el peor equipo de Tercera. Ni siquiera el colista, el Rapid, ofrecía la imagen de equipo en caída libre que los logroñeses mostraban jornada tras jornada. Tocaron fondo hace un par de semanas, con la derrota frente al Villegas, uno de sus rivales directos. Sumaban ya 17 jornadas sin conocer la victoria. Sin embargo, el equipo colegial supo levantarse para demostrar que sigue con vida y rompió con el pasado y su negativa racha el domingo al vencer, después de casi media liga, al La Calzada.

Parecía casi desahuciado, pero ante el equipo calceatense, el Calasancio mostró una nueva imagen, que trataba de abrir otro camino, como explica su entrenador, José Quiroga, que se hizo cargo del equipo en febrero: «Los jugadores tenían muchísima presión encima, salían atenazados al campo. Buscamos una mayor tranquilidad, rebajar esa tensión, intentar también jugar algo más, tener el balón para acercarnos al área rival y generar ocasiones, algo que apenas hacíamos antes».

La reconversión del Calasancio llegó después de la derrota ante el Villegas, «el equipo quedó hundido, fue un varapalo», comenta Quiroga, y es que los colegiales acumulaban 17 jornadas sin ganar, sumando en ellas 4 puntos y anotando solamente 5 goles. Cifras que lastraban al Calasancio en la clasificación pero también moralmente. La permanencia estaba entonces a cinco puntos.

Una semana después el Calasancio se ha acercado un par de puntos y ve, habiéndose quitado un peso enorme de encima, de otra manera el final de temporada. El partido de esta semana, ante el Arnedo, «es el clave para tener la permanencia en nuestra mano», apunta Quiroga. «Estoy orgulloso de lo que intentaron e hicieron mis jugadores ante el La Calzada y es el camino a seguir. Pelearemos seguro hasta la última jornada», finaliza el técnico colegial.