El Alfaro tropieza ante un rival directo por la permanencia

Comenzó el Alfaro con el fuerte viento en contra, uno de los ecos de la borrasca Beatriz. Con ese apoyo, en el 5, Lorea lanzaba una contra a Zubillaga que libró Noel con una oportuna aparición. En jugada ensayada, en el saque de esquina posterior, el balón buscaba a un Aratz protagonista en estos minutos. De hecho, en una contra del Beasain en el minuto 13, Aratz se quedó cara a cara ante Zabal. Su mano salvó el gol.

Eran minutos en los que al Alfaro le costaba tener y controlar el balón. Con los minutos, se adaptó y empezó a pisar el área rival buscando las bandas y a los estirados Aguado y Navajas en el pivote. Pero, en esos mejores momentos, en el 35, el árbitro señaló penalti en un forcejeo de los defensas en el pico del área con Zubillaga. Aranguren marcó el tercer penalti en contra pitado al Alfaro en este inicio liguero.

En el 41, la respuesta blanquilla fue un centro de Albín desde la línea de fondo que remataron primero Aitor y luego Albisu y en ambas ocasiones blocaron dos defensas guipuzcoanos.

Salió intenso el Alfaro en la segunda parte. Y, después de pedir Navajas penalti al rematar un saque de esquina, en el 52 llegó el empate. Balda puso desde la izquierda un centro al segundo palo que empalmó en el aire a la red Lacruz.

Llegaron los mejores minutos locales, pero Zabal fue providencial de nuevo con una estirada a una falta sobre el área en la que Aranguren buscó el segundo palo. En el 64, Aguado cabeceó en el primer palo un saque de esquina puesto por Sabaté. Tres minutos después, Lacruz mandó un centro a la entrada al área de Navajas que no acabó en gol.

Eran los mejores minutos locales. Villarreal apostó por ir a por la victoria, entró Arturo pero la salida de Albisu tuvo como consecuencia la pérdida del centro del campo. En el 70, Pita puso un centro sobre la linea de fondo que remató llegando con fuerza Sistiaga para adelantar a los suyos. Entraron más hombres ofensivos, pero apenas un remate de Arturo en el 71 o un remate alto de Lacruz en un córner en el 89 inquietaron la sólida defensa guipuzcoana.