El Haro se hunde en nueve minutos

El equipo jarrero suele pagar su endeblez lejos de El Mazo, pero en Pamplona tampoco le acompañó la fortuna. Los pupilos de Aitor Calle todavía se acomodaban al sintético de Tajonar cuando, en el minuto cuatro, Córdoba sorprendió desde la esquina: un córner botado por el extremo bilbaíno se envenenó, superó al debutante Amador y colocó el 1-0 en el marcador. El gol olímpico supuso un jarro de agua fría para el conjunto visitante, como si la lluvia y el fuerte viento no fuesen suficientes. Aparecieron las dudas y el filial rojillo volvió a castigar. En el minuto nueve, Córdoba recuperó la pelota y, ante la salida de Amador, dibujó una vaselina para firmar el 2-0. Dos acciones aisladas habían bastado para poner tierra de por medio en el luminoso.

Poco a poco, el cuadro jarrero adelantó líneas y comenzó a acercarse al marco de Iñaki Álvarez. Peciña, con un cabezazo desviado a la salida de una falta lateral, y Vesiaho, de potente disparo de falta, protagonizaron los primeros avisos sobre la meta local. La escuadra pamplonica tampoco se conformó con su ventaja. En el 27, Amador salió rápido a tapar casi en el área pequeña un tiro del omnipresente Córdoba, que había recibido un centro desde la banda izquierda de Endika. Poco después, el portero malagueño se vio obligado a intervenir en un mano a mano con Joel Rodríguez. Los tres centrales del Haro no conseguían frenar al Promesas, cómodo en las transiciones y capaz de encontrar pasillos interiores.

Las opciones del equipo de Calle pasaban por acortar distancias pronto y volver de lleno al partido, pero nada más lejos de la realidad. Cuando solo habían transcurrido 32 segundos de la segunda parte, Amador no consiguió atrapar un saque de esquina botado por Córdoba y Dani Santafé, atento, empujó el esférico al fondo de la red. El tanto del mediocentro enterró las opciones del Haro, pero los visitantes no se rindieron. Gozaron de algún contraataque y, en el minuto 60, consiguieron acortar diferencias por medio de Héctor Martínez. Diego Moreno erró al despejar un centro desde el costado diestro y el madrileño, incorporado en este mercado de invierno, fusiló a Iñaki Álvarez para lograr el 3-1. La diana dio alas al conjunto jarrero, a punto de sellar el 3-2 en en el minuto 65: Josua recibió un pase atrás y, desde la frontal, lanzó un ajustado disparo que se perdió a centímetros del palo. El técnico quiso aprovechar la ola y retiró a Vesiaho para dar entrada a Mikel Bueno, suplente por sorpresa.

Los visitantes no cesaron en su empeño, pero el férreo entramado defensivo de Osasuna no permitió más ocasiones claras. Un remate de Borja García, tras conectar un centro de Manjón en el tramo final, se estrelló en un defensor cuando se dirigía a portería. La mejoría tras el 3-0 no sirvió como consuelo para un equipo que enlaza cuatro derrotas seguidas y que ve más cerca el abismo.

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