La UD Logroñés rescata su versión resultadista

La UD Logroñés recuperó su primera versión futbolística, aquella en la que el resultado era mejor que el fútbol, para ganar en Valladolid, oxigenar su situación y no ver aumentar sus problemas, en número y en importancia. Dos goles de Aridane y Alfaro en los últimos veinte minutos permiten a los blanquirrojos saltar a la quinta plaza y entrar en puestos de 'play off', aunque el tráfico es numeroso, con nueve equipos que suman 40 puntos o más. El Racing es líder, con 51 y un partido menos.

Mere Hermoso no solo incluyó a Diamanka en el once, alta ya conocida, sino que además rescató a Aitor Arregi en el eje de la zaga y a Iker Guarrotxena en punta de ataque. Las novedades trajeron consigo cambios en las posiciones, en especial las bandas, con Jesús Alfaro en la derecha y Jonathan Dubasin de nuevo en la izquierda.

No se trataba de una innovación, pues era un guion ya visto, y tampoco conllevó una mejoría. Acudía la UD Logroñés a Valladolid con el grave problema del gol a favor, pero en el José Zorrilla evidenció que el problema no se reduce al gol, aunque ayer este se paliara tímidamente. Sin jerarquía en el centro del campo, con jugadores fuera de sitio y escaso fútbol. Un galimatías al que se unía no asumir el mando del partido por miedo, incapacidad o estrategia. A saber. Durante muchos minutos fue superior el Valladolid B en la parcela ancha. Otro equipo que sumar a los que son superiores. Esa UD Logroñés sin brújula solo dispuso de una clara ocasión antes del descanso, un lejano testarazo de Aridane a centro de Fran Rodríguez. Los optimistas pueden añadir un remate de Guarrotxena, que se estrelló en la zaga. Acciones aisladas en un equipo sin continuidad, ritmo e ideas a pesar de lo bien que trabaja, en palabras de su entrenador. Alfaro aparecía por la derecha, pero generaba peligro cuando llegaba por la izquierda; Dubasin estaba anulado, al igual que Iñaki. Ramos, más defensivo posicionalmente, sufría una enormidad porque si Diamanka se sumaba al ataque era incapaz de regresar a tiempo. Le falta, y mucho, al africano.

El Valladolid B, sin embargo, no sufría. Era un entrenamiento sin presión. Buscaba la espalda a la zaga riojana con pases filtrados. Por dos veces cayó en fuera de juego.Primero Slavy y después Sergio Benito. Justos, pero salvados los blanquirrojos por la campana. El conjunto local evidenciaba su inocencia en los metros finales y en área propia, pero los hombres de Mere Hermoso ni siquiera generaban nervios en su adversario.

Si embargo, los partidos representan una carrera de fondo y la UD Logroñés encontró en el segundo periodo lo que ni siquiera había buscado en al primero. No variaron las ideas. La UD Logroñés seguía esperando esa acción que lo cambiase todo. Pudo provocarla por más ocasiones a balón parado, pero no es una de las virtudes de este equipo.

Así, Slavy fue quien hizo sonar el despertador con un disparo desde dentro del área que no cogió puerta. El partido se acercaba a la hora de juego, ese momento en el que la UD Logroñés muta y no precisamente hacia una versión más productiva. Avisó primero Dubasin tras aprovechar una peinada de Guarrotxena, pero Acebes evitó el gol. No pudo repetir pocos minutos después el portero, cuando Aridane se anticipó a Torres para rematar de cabeza al ángulo largo. Falló Pape Diamanka en su intento, pero no el canario, que marcó más por oficio que por plasticidad. Un testarazo casi en cuclillas.

Ese gol cambió todo. La UD Logroñés se liberó de alguno de esos corsés que le impiden respirar con profundidad. Además, tuvo el golpe de fortuna necesario cuando un mal control de Saturday dentro de su área quedó para un tuya-mía entre Rodri Ríos y Alfaro para que marcase este último. Una hora sufriendo para, en apenas siete minutos, sentenciar el partido. 0-2, la victoria más amplia desde aquel 1-4 en Zamora. Ganó la UD Logroñés, aunque su juego preocupa y sigue dejando en el aire si con él es capaz de pelear en la zona alta de la tabla.

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