Indar Gorri, del terror al banquillo

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona considera que hay indicios para enjuiciar a 21 simpatizantes del grupo de aficionados de Osasuna Indar Gorri por un supuesto delito de integración en grupo criminal.

El magistrado sostiene que, con la excusa del seguimiento a Osasuna, se desplazaban por diferentes ciudades con la finalidad de «cometer delitos de lesiones, sin importarles su gravedad» o participar en riñas tumultuarias «buscando el enfrentamiento físico y violento con los grupos extremistas contrarios».

En la resolución, que es recurrible, el juez puntualiza que la mera pertenencia a Indar Gorri, por muy activa que sea, «no es constitutiva de delito». Al respecto, destaca que los 21 investigados forman parte de un grupo de jóvenes en torno a Indar Gorri, del que se aprovechan de su nombre y recursos económicos, pero separado de él, «a modo de grupo de elite». La finalidad última, explica el juez, consiste en conseguir, mediante delitos, «un estatus de respeto entre los diferentes grupos violentos».

En febrero del 2016, durante una operación en la que se detuvo y dejó en libertad con cargos a 18 'indargorris', salieron a la luz acciones violentas en otras ciudades, como la ocurrida en una cafetería del sur de Logroño en el 2010, y conversaciones en los que se hablaba de una 'operación de castigo' contra hinchas de la UDL aprovechando el partido ante el Sevilla de la Copa del Rey en el 2015 que, finalmente, no se produjo.