Tocado pero no hundido
El Ciudad de Logroño trata de recomponerse de la derrota ante el Cangas y de las bajas que un virus ha provocado dentro de su plantilla
El Ciudad de Logroño está bastante tocado. No solo por la derrota sufrida en O Gatañal el domingo por la tarde. La plantilla del conjunto riojano sufre desde hace unos días de un virus que afecta a seis jugadores y a su entrenador. De hecho, una afección que obligó a que Agustín Casado, el franjivino más en forma y que desde ayer forma parte de la lista de convocados para la preparación del Europeo, se tuviese que volver al hotel durante el encuentro frente al Cangas de Morrazo.
E Ismael El Korchi, también con gastroenteritis por culpa de la carga vírica, tuvo que jugar en muy malas condiciones. Lo hizo muy bien el central de Alcalá de Henares, pero acabó destrozado. A ambos centrales se unen en la enfermería los dos porteros, Jorge Pérez –de gran actuación el domingo– y Sasha Markelau, Ernesto Goñi y Leo Dutra. Y Antonio Serradilla y Ángel Rivero están agotados por la acumulación de minutos.
En esas condiciones el equipo riojano no se pudo entrenar con normalidad en tierras gallegas. Al mando del fisioterapeuta Xenxo Díaz, los jugadores disponibles hicieron una sesión de pesas. Y poco más. Será hoy cuando regresen a la pista a entrenarse para el encuentro que se repetirá mañana en O Gatañal, esta vez en la Copa del Rey a partido único.
Los franjivino se entrenan hoy para buscar revancha, esta vez por la Copa del Rey, ante un Cangas motivado
Un certamen que cobra validez al entregar un billete para la competición europea al ganador –o al finalista en caso de ser el mismo equipo que se lleve la Liga–. Pero el Ciudad de Logroño tuvo mala suerte en el sorteo. Una vez más. Porque es de los pocos equipos de Asobal que tiene que jugarse el pase a la siguiente ronda frente a un equipo de su liga. Y a partido único y en un escenario poco amable como el de Cangas de Morrazo. Los otros conjuntos de la máxima categoría que se verán las caras será el Torrelavega y el Anaitasuna, en casa del bloque cántabro al ser un recién ascendido.
El virus que afecta a la plantilla riojana –diferentes test de antígenos han descartado que se trate de Covid-19– hizo que el Ciudad de Logroño jugase con suma lentitud el domingo. Un ritmo que permitió al Frigoríficos de Morrazo coger el mando del partido para llevarse la victoria, no sin antes sufrir.
Porque pese a los contratiempos, y a la baja intensidad de ritmo que imprimieron los riojanos, en los minutos finales estuvieron cerca de meterse en el partido. Pero acabaron perdiendo y así alejando la posibilidad de jugar la Copa Asobal, que ahora está en manos del Bidasoa, que desde la cuarta posición cuenta con dos partidos aplazados (ante el Atlético Valladolid y Huesca) y se encuentra a un punto del Ciudad de Logroño.