El trabajo del Clavijo recibe su merecido resultado

Le costó arrancar al partido, con escasez de puntos y, según avanzaba el duelo, se vio que iba a ser parte del guion del choque. Las defensas mandaban, con buenos balances por ambas partes que eliminaban los contraataques como arma ofensiva. Había que hilar fino y elaborar cada ataque para poder sumar. Ni una canasta fácil. Esa parecía la consigna marcada desde los dos banquillos, lo que se traducía en mínimas ventajas. La máxima en la primera mitad fue de seis puntos a favor del Melilla y coincidió con la llegada del descanso. El ex del Clavijo Jordá se mostraba inmisericorde con su antiguo equipo y lo castigó con la mitad de los puntos de los suyos en los dos primeros cuartos (18 puntos y cuatro triples).

Norris, que estuvo acertado antes del paso por vestuarios salió asumiendo la responsabilidad ofensiva local con siete puntos consecutivos. Le daba la vuelta al choque un Clavijo más intenso si cabe con un 13-2 de parcial, pero el duelo estaba para trabajarlo mucho ante un adversario de gran poderío físico. Nada había que reprocharle a los de Jenaro Díaz, que entraban en el cuarto definitivo por delante.

Y todavía subieron más sus prestaciones los riojanos para rematar su estupendo partido y sentenciarlo a falta de dos minutos con dos triples de Jofresa (72-59) para llevarse un merecidísimo triunfo, el octavo del curso.