La junta directiva de la Federación de Atletismo dimite en pleno por la crisis financiera

Antes de llegar a comunicar a los asambleístas esa decisión, la Junta Directiva (en una más que tensa reunión) había tratado de explicar la delicada situación económica que atraviesa la Federación Riojana, que a 31 de octubre y con algunas nóminas (entre otras cosas) sin haber sido pagadas, sólo contaba en su cuenta con 1.600 euros.

La Junta Directiva, en la que su vicepresidente Daniel Carracedo ejerció de portavoz, explicó que se encontraron con que las cuentas de las que disponían no se ajustaban a la realidad, y ahora aunque están a la espera de recibir una parte de la subvención del gobierno regional, la economía federativa bloquea la actividad, de hecho, el pasado fin de semana debió haberse disputado un cross de Calahorra y se suspendió «porque no queríamos hacer más grande la deuda, cuando se debe dinero a los trabajadores» y todo apunta a que el Cross de Santo Domingo del próximo día 15 también está más que en el aire.

En estos momento, el gasto comprometido por la Federación Riojana hasta el 31 de diciembre es de 37.000 euros y la cuantía de la subvención (que ha de llegar de forma inminente) está en torno a los 50.000 euros, por lo que quedaría un remanente de 13.000 euros aproximadamente, que desaparecerán el próximo 1 de enero cuando se carguen los seguros federativos que este año se elevarán a 14.400 euros, con lo cual se empezaría el año prácticamente con las cuentas bancarias a cero.

El problema es tan grave que, a priori, no parece viable ni siquiera el funcionamiento de la Federación en el año que está por empezar. Según los cálculos de la actual directiva, el año próximo los ingresos ascenderán a 106.000 euros, y sin organizar ninguna competición los gastos (nóminas, seguros, pagos a la RFEA) ya ascienden a 88.000 si se tiene en cuenta que la actividad deportiva este año pasado ha costado más de 50.000 euros, se partiría con un déficit mínimo previsto de entre 50.000 y 60.000 euros.

En estas circunstancias, la directiva al completo -con su presidente a la cabeza- señaló que no se siente con ánimo de seguir adelante y menos cuando sienten que hay un sector del atletismo (en algunos casos con presencia en la Asamblea) que no sólo no les respalda sino que les ataca («no estamos aquí para recibir insultos», se oyó desde la mesa presidencial).

Ahora, la Federación Riojana vuelve a entrar en un periodo de vacío de poder en el que una Junta Gestora ha de conducir a la institución a un nuevo periodo electoral para volver a empezar «con la salvedad de que el que venga ahora, va a encontrar las cuentas muy claras, no como nos pasó a nosotros», explicó el, hasta la noche del martes, vicepresidente de la entidad. No obstante, un negro futuro se cierne sobre el atletismo riojano porque como también se expuso en la Asamblea, «¿quién va a pagar una licencia federativa si no se sabe si va a haber competiciones?».