El Ayuntamiento logroñés considera «fácilmente subsanables» los problemas administrativos de La Casa de los Quesos

La Casa de los Quesos que, desde hace catorce años, regenta Agustín Abadía y su mujer Ángeles Galán tiene relativamente fácil recuperar la actividad de degustación que vio interrumpida el pasado fin de semana tras recibir una resolución de la concejalía de Urbanismo, y así se lo hizo saber en una conversación el concejal de Urbanismo, Espacio Público y Ciudad Circular, Íñigo López Araquistain, al propio Agustín Abadía.

La semana pasada, el matrimonio titular de 'La Casa de los Quesos' ubicado en la esquina de San Agustín con Capitán Gallarza, se veía sorprendido por una resolución en la que se les instaba –en un plazo de tres días- a cesar en la actividad de degustación en el local porque no tenían licencia para ello. En la licencia sólo se contemplaba la actividad de venta de quesos.

En un primer momento, los propietarios pensaron que el cambio de figura jurídica del negocio (que en 2021 pasó de Sociedad Civil a Sociedad Limitada) había provocado la 'pérdida' de la licencia de degustación, pero no es así, según se les notificaba en la resolución porque nunca la habían tenido. De hecho, se les recuerda que en la documentación presentada en su momento por la pareja se recogía literalmente como descripción de la actividad «venta de quesos y productos de alimentación, y que en ningún caso se consumirán bebidas», de hecho, la licencia que se solicita es la misma que tenía el local cuando era una tienda de informática.

Sin embargo, sí que es el cambio de figura jurídica lo que marca que –aún con mucho retraso- se produzca un revisión de todas las licencias de la nueva empresa (el Ayuntamiento, por boca del propio concejal de Urbanismo, niega que hubiera una denuncia) y se descubra que se estaba incumpliendo con la ley. «El Ayuntamiento ha entrado de oficio con el cambio de figura jurídica», explica López Araquistain, aunque reconoce que «como el Ayuntamiento no cuenta con muchos medios, antes no se detectó el incumplimiento» y cuando, con el cambio empresarial, se vuelve a poner en marcha la burocracia municipal «el técnico que revisa la documentación descubre que no se ajusta a la realidad», señala el responsable municipal de Urbanismo quien reconoce que se ha hecho con mucho retraso respecto al cambio de figura jurídica «pero quizá pilló la época de Covid y eso llevó a un retraso a la que luego se unió el retraso en la comunicación».

En el informe de la inspección, se recoge que «realizada visita al establecimiento se ha podido comprobar que se facilitan y sirven productos para su consumo en el interior del local y en el mobiliario que se dispone en el exterior del local (mesas y barricas), habiéndose transformado el establecimiento comercial en un establecimiento de restauración donde el consumo de alimentos y bebidas es lo habitual».

En cualquier caso, tras la conversación mantenida entre el titular de Urbanismo y los propietarios del establecimiento, parece que el problema está en vía de solución. En un primer lugar, se han presentado alegaciones para una suspensión cautelar de la orden de cese de la actividad de degustación, que si es estimada por los técnicos permitiría que el negocio pudiera seguir funcionando como hasta ahora durante los San Mateos, y a la vez se podría ir trabajando en la solución definitiva que pasa por solicitar una licencia de obra que permita acometer los ajustes necesarios en el local (por ejemplo disponer de un baño accesible y un fregadero en la zona de la barra) y después solicitar una licencia ambiental, con ello se podría solicitar la licencia de bar necesaria para continuar con la actual actividad sin ningún nuevo contratiempo.

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