El futuro de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño

Con la posible marcha de Carlos Escribano, la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño no queda huérfana. El Papa puede nombrar un administrador apostólico para que lleve las riendas de la sede episcopal de forma transitoria. De no hacerlo, el Código de Derecho Canónico prevé que el Colegio de Consultores Diocesanos debe reunirse antes de ocho días, a contar desde la jornada en la que se produzca la vacante, a fin de elegir un administrador diocesano hasta que el Santo Padre designe un nuevo titular. En la historia reciente de la diócesis, la enfermedad del entonces titular, Ramón Búa Otero, propició que entre septiembre del 2003 y junio de 2004 monseñor Fernando Sebastián asumiera las funciones de administrador apostólico. Tras la marcha de Omella, Vicente Robredo fue elegido administrador diocesano.