Un operario ultima la instalación de la exposición de Juan Méjica en Doce Ligero, con la obra 'Caballo ibérico' en primer término. Juan Marín

Juan Méjica expone siete obras monumentales junto al Ayuntamiento de Logroño

Escultura ·

La exposición al aire libre 'Grandes esculturas en la calle' ha desembarcado en la avenida Doce Ligero

J. Sainz

Logroño

Martes, 14 de enero 2025

El asturcón es un caballo salvaje de la montaña asturiana, una raza de poni de poca alzada, con espesas crines y patas cortas y recias adaptadas a terrenos escarpados. Los astures los emplearon en la antigüedad como animales de monta y los romanos los uncieron al yugo en sus minas. Casi extinguidos en la actualidad, solo unos pocos ejemplares sobreviven protegidos en la sierra del Sueve, al oriente del Principado. Se diría que son de acero y al menos uno de ellos sí que lo es. Desde este martes se encuentra de paso en una céntrica calle de Logroño.

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La exposición al aire libre 'Grandes esculturas en la calle', del artista asturiano Juan Méjica, ha desembarcado en la avenida Doce Ligero, junto al Ayuntamiento de la capital riojana, donde permanecerá hasta el 12 de mayo. Se trata de una muestra que itinera por España desde 2010 y Logroño –sin ningún coste económico para el municipio– hace el número sesenta en su periplo.

Se compone de siete piezas escultóricas de gran tamaño, de entre dos y cinco toneladas de peso. Todas ellas tienen una inspiración antigua y una historia detrás, como la descrita 'Caballo asturcón'. «Es una pieza a la que te puedes subir, tumbarte en ella y hacerte fotos. De hecho es la que más gusta a los niños. Lo que yo hago es sacar un museo a la calle», afirma el autor.

Juan Méjica (Navia, Asturias, 1958) es un singular artista con una larga trayectoria y obra muy diversa y dispersa. Jurista de profesión en realidad, geógrafo e historiador, desde 1989 viene dedicándose a la pintura, la escultura, la ilustración, la cerámica o el diseño de joyas, entre otras disciplinas creativas. «Soy un artista singularísimo –afirma de sí mismo–. Suelo decir que mi profesión es el arte y el Derecho, mi hobby. Tengo obra entre cuarenta y cincuenta países y he expuesto en todo el mundo».

'Barco arenisco'

En Logroño también muestra 'Caballo ibérico', 'Mujer solar', 'Tejo', 'Gran toro de España', 'Cabeza tótem' y 'Barco arenisco', este último inspirado en el poeta Rubén Darío y su estancia en la localidad asturiana de San Juan de la Arena, para la que realizó una versión escultórica permanente de doce metros. Todas las obras, entre la figuración y la abstracción, tienen su propio relato. Todas tienen un estilo entre la representación y lo esquemático y sus fuentes se remontan a lo mítico, lo mágico y lo simbólico.

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«Cualquiera que vea una pieza mía –comenta el artista–, sea una escultura, un mural, un techo, una joya, un textil... sabe que es una obra de Méjica. Me siento heredero de los maestros subterráneos, de los magdalenienses, aquellos que pintaron las grandes cuevas asturianas. Mi obra bebe de la antigüedad. Y también me siento muy heredero de Goya o de Picasso, artistas muy españoles».

Sus caballos, sus barcos y tótems de acero y cobre serán durante cuatro meses parte del paisaje urbano de Logroño.

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