Dos personas junto a la casa. ALBO
SANTO DOMINGO

El alcalde firma la ejecución subsidiaria del edificio ruinoso de la calle Mayor 28

Riaño asegura que se ha recibido una oferta verbal de cesión del inmueble gratis, pero que el Ayuntamiento «no puede coger ruinas»

Javier Albo

Santo Domingo

Martes, 29 de agosto 2023, 09:00

El Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada continúa dando pasos para solventar la situación generada por el estado ruinoso del edificio número 28 de ... la calle Mayor, que se encuentra cerrada al tráfico desde hace meses.

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El alcalde, Raúl Riaño, firmó recientemente una resolución para la ejecución subsidiaria de las obras en el inmueble, declarado en ruina en mayo para garantizar la seguridad de viandantes y vecinos. La casa ha colapsado por completo en su interior y se han producido desprendimientos a la vía pública, que se encuentra vallada para evitar daños físicos.

El acuerdo municipal ya ha sido notificado a los propietarios, a los que se concede un plazo, desde la recepción de la notificación, para interponer un recurso de reposición potestativo o contencioso-administrativo, sin perjuicio de otros que consideren más convenientes a sus intereses.

El alcalde indicó que alguno de los propietarios había hecho al Ayuntamiento un ofrecimiento verbal del inmueble, gratis, de forma que tras los oportunos derribos pudiera obtener un solar. «El problema es que el Ayuntamiento no puede coger ruinas», indicó Riaño, para quien lo acuciante es darle ya una solución. «Lo que queremos es quitar ese peligro cuanto antes, porque no es normal que esa calle lleve cerrada tanto tiempo, con el trastorno que produce».

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Los antecedentes

El 3 de mayo, el Ayuntamiento declaró la ruina ordinaria del edificio y, a través del BOE del día 19 del mismo mes, lo notificó a los propietarios a los que no se ha podido comunicar por otras vías, conforme a la ley. Es lo mismo que hizo el 24 de agosto, por el mismo medio, en relación con la ejecución subsidiaria del derribo.

El edificio se encuentra casi enfrente de la oficina de turismo. Su estado y las vallas que perimetran su fachada, para seguridad de los viandantes, no son la mejor imagen que pueda recibir el turista. Junto al inmueble, cuyo estado obligó a cambiar el recorrido de las procesiones festivas, pasan cada día cientos de peregrinos.

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