Fénix saca la 'basuraleza' de Valdezcaray

Durante las últimas semanas el equipo de la empresa Enduro Ezcaray ha trabajado en la zona reuniendo la basura en distintos puntos para que el helicóptero pudiera transportarla hasta el aparcamiento de Valdezcaray. Aprovechando esta actuación también se ha desguazado y retirado la avioneta estrellada en la aldea San Antón en 2005, cuando un piloto francés intentaba cruzar la península transportando 110 kilos de hachís. Desde entonces, y tal y como publicó Diario LA RIOJA el pasado mes de mayo, la nave permanecía allí, abandonada y olvidada, en medio de la naturaleza.

«Nada más conocer el asunto nos comprometimos a retirar el avión cuando finalizase la campaña de incendios. Es curioso que llevase allí desde hace dieciséis años. Comprobamos la situación legal con el Juzgado de Haro y pudimos proceder», explica José Luis Rubio, director general de Biodiversidad. Con esta operación se ha realizado una intensa limpieza de parte de la Sierra de la Demanda. La aportación del helicóptero Fénix propició que las labores se agilizaran, ya que los accesos son complicados por ser terrenos muy agrestes. Los pilotos demostraron su pericia ante el viento cambiante y en apenas una hora realizaron media docena de vuelos.

«El Fénix es muy versátil y permite este tipo de actuaciones, desde salvamento a misiones de control medioambiental. No será la única este año, lo emplearemos para transporte de obras ganaderas», advierte José Luis Rubio.

Juan José Arguisjuela, ingeniero técnico forestal y guía de naturaleza en Ezcaray elaboró una memoria justificativa de la intervención en el barranco Rehoyo y valora que «la limpieza era necesaria, por no decir obligatoria».

«La nueva gerencia de Valdezcaray se ha mostrado dispuesta, cuando antes ni se lo planteaban», afirma Juan José Arguisjuela en referencia a Jorge Lladó, gerente de la estación de esquí y concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ezcaray. Y es que la mayoría de los residuos recogidos proceden de los usuarios de Valdezcaray. «El resultado ha sido muy satisfactorio. Ha quedado todo bastante despejado, pero los microplásticos serán imposibles de extraer», lamenta Arguisjuela. El propio Jorge Lladó muestra su satisfacción porque «después de tantos años se hayan llevado a cabo estos trabajos tan importantes».

Carlos Cuezva, de Enduro Ezcaray, junto a sus compañeros Jakes Zubillaga y David Somovilla, detalla que «hemos limpiado desde el refugio hasta el parking, 1,5 kilómetros abajo, durante doce días, y hemos llenado un contenedor entero son muchísimos plásticos de gente que se tira con ellos por la nieve, y también ha habido algo de descuido de la propia estación, porque había asientos y piezas de las máquinas». «Quizá, al terminar las temporadas de esquí, debería hacerse un repaso de la zona», opina.