Fallece Juana González, la abuela de Cervera, a los 106 años

La mujer residía en su piso con su único hijo, Carlos, y este jueves iba a recibir el pañuelo de San Gil Abad. No podrá ser. Juanita murió a las 4.00 horas del martes y esta mañana se ha celebrado su funeral en la parroquia de San Gil, en cuyo cementerio ha sido enterrada.

Juanita, como la conocían en su pueblo, llevaba unos cuantos pañuelos rojos de las fiestas locales, desde que le entregaron el primero en 2019. Por entonces los representantes del Consistorio tuvieron que llevárselos al hospital Viamed de Calahorra donde la cerverana permaneció ingresada dos años (en el centro sanitario cumplió 100 y 101). Afortunadamente se recuperó y regresó a su casa de Cervera donde ha llegado a la increíble cifra de 106, de los cuales pasó cincuenta en Pamplona donde trabajó en una panadería con su marido. Juanita recordaba en numerosas ocasiones que le gustaba bailar, que cosió muchas alpargatas en su vida y se consideraba golmaja (le encantaba los dulces, sobre todo el chocolate).

Carlos comenta que hacía tiempo que estaba decayendo y en la última semana aumentó su mal estado físico, hasta que su cuerpo no pudo más. Descansa en paz, Juanita.

La muerte de Juana no ha sido la única de un centenario en La Rioja en los últimos días. En Logroño, Rafael Rodríguez falleció a los 104 años después de toda una vida como vecino de Vara de Rey. En la zona le conocían y le saludaban para disfrutar de su simpatía y pulcra educación.

Rafael fue empleado de Renfe y posteriormente representante de electrodomésticos pero, sobre todo, era un manitas. Comprometido con la parroquia de Santa Teresita y el mundo misionero. Y gran coleccionista: donó su colección de fósiles al museo de Ciencias Naturales de Arnedo y su herbolario al Torreón de Préjano. Su mujer, Pilar Ochoa, era la hija de Félix el fundador de la tradicional y conocida pastelería La Exquisita.