Calahorra mira al futuro del folclore

El IV Festival Infantil de Danzas de Calahorra, organizado por el grupo Coletores en colaboración con el Ayuntamiento se vio condicionado por la lluvia este sábado. En principio incluía un pasacalles desde el centro joven hasta el Consistorio a las 18.30 horas, para hacer una foto de familia pero se suspendió este recorrido.

También se cambió el lugar de las exhibiciones de las tres agrupaciones participantes, la Escuela Municipal de danzas Isidra María Santos de Calahorra, la Escuela infantil de danzas burgalesas 'Tierras del Cid' y Ortzadar Euskal Folklore Elkartea de Pamplona. En lugar del hall del paseo del Mercadal, los bailes se realizaron en el interior del teatro Ideal, con entrada libre hasta completar el aforo, a partir de las 19.00 horas.

Primero actuaron los calagurritanos, diez minutos, con la danza de Logroño, La Sinda y la Jota de Logroño acompañados por los gaiteros de Albelda. A continuación los navarros, en unos veinte minutos en los que ofrecieron danzas de Elciego, Neska dantza de Jaurrieta y Matelota. Los burgaleses interpretaron 'La canastilla', 'Danza de San Juan', 'Las cantigas', 'La Jauja' y 'Jota Peñarandina' durante veinte minutos. Finalizó Calahorra con otros diez minutos en los que pusieron en escena la danza de los quintos de Laguna, la jota de Briones y la jota de Rioja Alta. Los anfitriones también entregaron un detalle a las agrupaciones invitadas.

'Tierras del Cid' nació en 1970 con Victoria Gil, dentro del Círculo Católico Obrero de Burgos. En su repertorio destaca la riqueza y variedad con más de un centenar de piezas entre las que no faltan las jotas, boleros, seguidillas, danzas guerreras, de galanteo, paloteos, cantos de labor y de ronda, entre otras.

Esta escuela tiene un protagonismo especial en la festividades de Burgos y participa en actuaciones en la provincia , además de en el resto de España.

Ortzadar Euskal Folklore Elkartea inició su andadura en 1974 y a partir de entonces no ha cesado en su actividad centrada en la investigación, enseñanza y difusión del folclores navarro-vasco. Es uno de los pilares de la transmisión cultural y folclórica de Pamplona. Cabe señalar la recuperación de danzas de la ribera de Navarra, el ingurutxo y carnaval de Ihabar, por citar algunas. Tanto estas como la música recuperada fueron enseñadas a los habitantes de los pueblos originarios, Ortzadar las incorporó a su repertorio y más tarde lo hicieron el resto de grupos de danzas.

La escuela municipal de Calahorra Isidra María Santos tiene su precedente en 1956 cuando 'Isi' forma del grupo de danzas. Cuenta con 30 alumnos, desde los 4 a los 16 años, y su repertorio recoge el legado del folclore riojano, con muchas jotas y destacando la contradanza Coletores. Actúa en fechas señaladas de la ciudad y también lleva el folclore fuera de La Rioja.

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