Presentación. Garrido, con jersey azul, se ocupó de dirigir la cata. Félix Domínguez

La bebida más antigua de la humanidad

Ventosa ·

Álvaro Garrido, apicultor de Campomiel, presentó su nuevo producto elaborado a base de las mieles de sus abejas, el hidromiel

Jueves, 10 de diciembre 2020, 17:30

Se trata de la bebida más antigua elaborada por el hombre, que se viene realizando «desde tiempos de los vikingos y es más antigua que ... el vino o la cerveza», indicaba Álvaro Garrido, propietario de la firma Campomiel, que desde hace 25 años viene elaborando mieles ecológicas y ahora se ocupa, también de, con esas mieles, fabricar el hidromiel.

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Sus productos los presentó el pasado domingo en Ventosa, donde tiene la cueva en la que almacena para su crianza los distintos hidromieles, por lo que los considera productos del Moncalvillo, monte en el que además cosecha algunas de sus mieles. A la cata asistió un nutrido grupo de personas que, al aire libre y con las medidas necesarias para evitar contagios de coronavirus, no solo cataron tres tipos de hidromiel, sino que tuvieron ocasión de aprender sobre chocolate y probarlo. Además, gracias al alfarero navarretano Antonio Narro aprendieron sobre su oficio.

Durante la cata, los asistentes pudieron conocer que esta bebida es el producto de la «fermentación del agua y el azúcar de la miel, con lo que conseguimos un grado alcohólico de entre 13,5 y 16 grados», explicaba Garrido. Más tarde, el resultado de esa fermentación «lo almacenamos en barricas en una cueva en Ventosa, normalmente durante un año y medio». Para ello, se sirven de «barricas de roble francés para los hidromieles de mieles más suaves y claras, y de roble americano para el caso de las de montaña, más densas».

El hidromiel se puede consumir como un vino y acompaña a aperitivos, carnes o postres

El consumo del hidromiel, a tenor de lo expuesto, «es similar a un vino. Lo podemos consumir como un aperitivo o acompañando un postre», ya que a pesar de proceder de un producto dulce como es la miel, «no quiere decir que tenga que ser dulce, porque los azúcares se han convertido en alcohol tras fermentar».

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Garrido aconseja tomarlos a una temperatura de entre 11 y 14 grados, y sugiere que pueden servir para maridar con muchos productos, desde frutos secos a carnes.

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