El depósito de Arnedo se convierte en un gran mural dedicado a la vida en las cuevas–vivienda

«Desde la concejalía de Turismo se quiere embellecer esa zona de la ciudad, integrar visualmente el depósito en el entorno urbano y en el cerro y que se convierta en un valor cultural más de la ciudad, más porque será visible desde la entrada a las cuevas de los Cien Pilares, uno de nuestros principales recursos turísticos», explica la alcaldesa arnedana Rosa Herce.

En desuso una vez que el nuevo depósito de aguas comenzó a trabajar en noviembre pasado, el Ayuntamiento busca esos objetivos sobre el gran bloque de hormigón que conforma la antigua instalación. Así, Fernández está basándose en antiguas fotografías para crear un mural que recrea escenas de la vida cotidiana de mediados del siglo XX en las cuevas–vivienda, «en un homenaje a las más de trescientas familias que habitaron en hogares excavados en la roca», como subraya Herce.

La actuación es sobre 305 metros cuadrados de superficie del depósito, con la peculiaridad de su forma circular. Para costearlo, el Ayuntamiento destina 12.000 euros (más IVA) a quien ya fue autor de las gigantografías homenaje a las zapateras en las calles Este y San Blas y los murales cinematográficos dedicados a Harry Callaghan y a la película 'Amanece que no es poco', ambos en Paseo Constitución.