Gamarra traslada a los vecinos que la licitación y las obras en Vara de Rey «no son inmediatas»

«La licitación e inicio de las obras en ningún caso son inmediatas». Así concluía el comunicado de prensa que remitía el Ayuntamiento de Logroño en la noche de ayer al término de la reunión mantenida con los vecinos de los números 2, 4, 6 y 8 de Duques de Nájera, la asociación 'El Carmen' y la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja para tratar la controvertida urbanización del entorno de Vara de Rey dentro del soterramiento.

Si bien nadie del equipo de Gobierno municipal quiso hacer declaraciones limitándose a la nota oficial, los vecinos sí que daban cuenta de que había sido la propia alcaldesa, Cuca Gamarra, quien les había trasladado que los plazos anunciados de salida a concurso en las próximas semanas de modo que los trabajos pudiesen empezar en verano no serían tales. De esta manera habría tiempo para seguir analizando alternativas y asumiendo mejoras mientras se cierra la refinanciación del crédito con el que se costea esta primera fase.

«Se continuará con estos contactos con el fin de mejorar la urbanización del entorno, contemplando alternativas en relación a los solares de esta zona en próximas semanas», explicó el Ayuntamiento.

Aunque el derribo del túnel se da por seguro -el equipo de Gobierno municipal no escatimará esfuerzos en explicar al conjunto de la ciudadanía los porqués de su supresión-, el Ayuntamiento sí que accedía a buscar diferentes opciones para no construir frente a los números 2, 4, 6 y 8 de Duques de Nájera. «Cómo edificar afectando lo menos posible a la manzana de manera que quede integrada en el parque del soterramiento», en palabras de los vecinos.

Los propios inquilinos, reunidos por la mañana, ya expresaban su oposición a las edificaciones propuestas enfrente de sus domicilios. «No queremos un callejón de 20 metros, nunca se nos habló de nuevas construcciones ni mucho menos que nos taparían. Nuestro objetivo no es otro que el de ampliar el vial», sentenciaban asegurando que no consentirían «tomadura de pelo alguna».

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos se valoraba el que de momento no hubiese fecha para la entrada de máquinas -«no hablan de paralización, pero tampoco de que se vayan a empezar en el verano o después como se dijo», precisó Mª Ángeles Matute-, y el que se apostase por el diálogo «y seguir hablando».

«Nos han dicho que no hay nada decidido, que se va a estudiar y que en el plazo de un mes se nos ofrecerán alternativas sobre dónde y cómo construir... Que los 25 metros de calle con nuestras peticiones como zona verde, carril bici y aparcamiento serán escuchadas, y que incluso aportemos más sugerencias», explicaba un vecino en representación de su portal. «Todo queda en suspenso hasta conocer las nuevas opciones, si bien un mínimo de 25 metros de calle podría ser razonable siempre que sea en beneficio y aceptado por las comunidades de propietarios», añadía otro. «Igual que el derribo del túnel se da por hecho, la ubicación, formas, distancias y alturas de los futuros bloques están por determinar y habrá varias opciones, aunque el sentir general ideal es que no se construyese», apuntó un tercero.