El juez vuelve a dar carpetazo al caso sin aclarar qué pasó con las esculturas

Y vuelta al principio... El Juzgado de Instrucción Número 2 de Logroño ha vuelto a dar carpetazo al caso de las esculturas desaparecidas como ya hiciese en septiembre del 2012 sin poder llegar a esclarecer qué pasó con las denominadas 'cuatro estaciones de la vid', el conjunto de acero corten encargado y pagado por el Ayuntamiento de Logroño en el 2009 que iba a decorar las rotondas de acceso a la capital regional y del que no se sabe nada desde entonces.

La reinstrucción, ordenada por la Audiencia Provincial de Logroño en mayo del 2013 al entender no ya que quedaban cabos sueltos sino que la investigación, claramente inconclusa, apenas se había iniciado, no ha servido para aclarar el paradero de las piezas. El auto judicial, con fecha de 17 de febrero del 2014 y al que ha tenido acceso Diario LA RIOJA, concluye que las declaraciones prestadas durante el procedimiento -ocho imputados y dos testigos implicados en su fabricación y supuesta entrega- «no arrojan luz sobre el destino de las esculturas porque son contradictorias».

De las pruebas aportadas y las diligencias practicadas, además, «no se desprenden indicios que permitan mantener la imputación de persona alguna por apropiarse y/o hacer desaparecer las esculturas».

Según el auto, de la investigación se extrae que existen dos versiones discordantes: unas declaraciones refieren que Nova Idea Imagen -la subcontrata- tenía en el 2011 las esculturas y no las entregó porque no le pagaba Jazz Group -la contrata- una deuda; y otras que, por el contrario, Nova Idea no tenía las esculturas en el 2011 y personas relacionadas con el Ayuntamiento les pidieron entonces, y una vez que el caso había saltado a la prensa, que hicieran otras nuevas, ofreciéndoles dinero por el almacenaje durante dos años obteniendo la negativa de la subcontrata por respuesta.

Segundo sobreseimiento

Que «aun desconociéndose el destino final de las esculturas, no existan indicios para apreciar la comisión por persona concreta de un delito de apropiación indebida y estafa, sin perjuicio de las acciones civiles que puedan corresponder» ha vuelto a llevar al juez a sobreseer provisionalmente la causa a la espera de saber si es o no recurrida de nuevo.

El juez estima, además, que del hecho de que Nova Idea Imagen no aportase albarán de entrega de las esculturas «no cabe inferir que no las entregase» -la subcontrata no documenta las entregas de material por medio de albaranes ni en éste ni en ningún otro caso-. Y para tal sobreseimiento también alude a que los actos del denunciante, en este caso el Ayuntamiento, «son exactamente los contrarios a los que cabe racionalmente esperar de un cliente que no ha recibido un pedido por el que ha pagado 69.020 euros».

El titular del Juzgado de Instrucción Número 2 no alcanza a entender que el Ayuntamiento pagase por unas esculturas que estuvo dos años -entre febrero del 2009 y marzo del 2011, justo cuando el PP denunciaba públicamente que no estaban- sin recibirlas ni reclamarlas.

De la misma manera, el auto da una vuelta de tuerca más sobre la eterna disputa política sobre a quién se habría que haber denunciado -si a Jazz Group como contrata, a Nova Idea como subcontrata o a ambas-, sin que salga muy bien parado el anterior equipo de Gobierno. Y es que «tampoco se alcanza a entender que el primer requerimiento que hace el Ayuntamiento es en febrero del 2011 no a Nova Idea, con la que afirma ante los tribunales que tiene un contrato de depósito, sino a Jazz Group, con la que ha firmado en marzo del 2009 un acta de recepción de suministro».

Como «hechos indiscutidos», el auto vuelve a presentar que el conjunto escultórico existió y que se construyó a partir del 23 de febrero del 2009 en las instalaciones de Nova Idea Imagen, en el polígono Casablanca de Laguardia, tras encargo de Jazz Group, a la que fue adjudicado en diciembre del 2008. Además, durante el mes de marzo del 2009 se manifestó un problema de falta de oxidación uniforme en las diferentes placas, problema que hacía que las mismas presentasen diferentes colores con lo que resultaba imposible su entrega al Ayuntamiento de Logroño hasta que tal proceso finalizase correctamente, lo que ocurrió ya en junio del 2009.