La calle Laurel de Logroño.
LOGROÑO

La hostelería cierra las fiestas con menos facturación pese a la presencia de público

Menos consumo, bebidas más baratas, tapas contadas y vuelta a casa antes. Así han visto los hosteleros estos 'sanmateos'

MARÍA JOSÉ LUMBRERAS mjlumbreras@diariolarioja.com

Martes, 27 de septiembre 2011, 15:33

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Ha habido mucha gente y ha hecho buen tiempo estos días festivos. De entrada, con estas dos condiciones, se podrían presuponer unas cajas registradoras estupendas y rebosantes en la hostelería de la ciudad. Pero no. Los tiempos, al parecer, no están para esas alegrías. Las opiniones de los portavoces de distintas asociaciones hosteleras consultadas por Diario LA RIOJA coinciden a la hora de señalar un descenso de la facturación respecto a 'sanmateos' pasados.

Entre el 15 y el 20% menos, calculan en Arbacares. «El consumo se sigue reduciendo. Se va prescindiendo de tapas, se toman consumiciones más baratas...», indica Enrique Arévalo desde esta entidad, quien destaca que, incluso días en que los bares parecían llenos, la caja no ha sido la misma que en otras ocasiones. Es más, las estancias en los locales han sido más cortas y se ha notado también que el público se ha recogido antes.

Desde la Asociación de Hostelería de la FER, Francisco Martínez Bergés distingue entre lo sucedido de Gran Vía hacia el sur , que ha ido «muy mal en general, salvo casos muy concretos», y de Gran Vía hacia el norte, centro histórico incluido, con «mucho ruido, mucha gente y una facturación peor que la del año pasado».

Reconoce este empresario del sector que quizá «parte de culpa la tengan algunos profesionales que, cuando ven que no se factura, suben precios y ello retiene más aún el consumo, pero también pasa que la gente se queja de precios altos y, sin embargo, sigue ahí».

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Con el botellín al parque

De los restaurantes, indica que, pese a que han bajado precios o han preparado menús especiales económicos han estado más flojos que el año pasado. Ni los de la zona de los fuegos han logrado un aumento de público. Quizá porque se han visto muchos bocadillos en el parque de La Ribera. El botellín de agua y los refrescos para los niños se han comprado en las tiendas de chucherías, entiende este portavoz.

Desde la zona de Laurel, Blanca Fernández calcula que el primer fin de semana fue «muy flojito», lo mismo que los días de labor, para por fin remontar este último fin de semana. La calle podía lucir llena, pero se trataba de público de «mucho recorrido y poco consumo». «Menos consumo y otras consumiciones», no las de los sábados normales, estima esta hostelera de Laurel.

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Sólo en la zona de María Teresa Gil de Gárate han cerrado satisfechos las jornadas festivas . Las actividades realizadas en la zona se han notado, creen. Los vermús han sido mejores que las tardes. Sólo en días concretos, como el que sacaron barras a la calle o el que hubo una cata, el dinamismo duró todo el día.

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