Nadie puede quedar atrás

Han ido juntos, siguen juntos e irán juntos. En paralelo a la situación y circunstancias de España, el PSOE ha ido renovando su proyecto político a lo largo de la historia para que evolucionase en coherencia con las necesidades del país y con los intereses generales de los españoles.

Cuando el país requirió consolidación democrática y una nueva economía, ahí estuvo el Partido Socialista: ofreció un programa para la modernización del país y levantó el estado del bienestar: pensiones y educación y salud universal, pública y gratuita, la integración en la UE, la reforma de nuestro sistema económico y productivo, labor que lideró Felipe González.

En los años de gobierno del presidente Zapatero, hay dos fases claramente diferenciadas: durante la primera legislatura, se ampliaron derechos civiles y sociales, y se hizo una apuesta por capitalizar nuestra economía con más infraestructuras y mayor inversión en I+D+I; la segunda legislatura, inevitablemente, está marcada por la respuesta a la mayor crisis que sufre la economía mundial, desde la gran depresión de 1929. Una gestión con 3 niveles de respuesta profundamente progresista: la respuesta coordinada a escala europea y en el marco del G-20 a una crisis global; el mantenimiento del estado del bienestar, ampliándolo con el sistema nacional de la dependencia, y el cambio de forma de crecer hacia una economía más sostenible, basada en la formación y el conocimiento.

Se podría concluir que cada vez que España ha demandado un cambio, éste ha venido del partido que mejor lo gestiona y representa: el PSOE. Nunca hemos faltado a ninguna cita trascendental para España. Por esa razón, ahora vamos a estar más que nunca.

Hemos parado el golpe, al menos el más fuerte. Nos queda la parte final, y puede que la más difícil. Dependerá del camino que escojamos: el nuestro, el de los socialistas, es bien conocido: salir de la crisis todos juntos, sin que nadie quede atrás. España necesita más que nunca que sigamos adelante juntos y que la sociedad no se fracture. Que la crisis no sea una excusa para aumentar la desigualdad sino para cohesionar el país.

Para esos objetivos estamos renovando nuestro proyecto político, nuestra actitud y forma de trabajar y nuestras propuestas, bajo el liderazgo de Rubalcaba. Un proyecto que se va a volcar en lo más prioritario: la creación de empleo, la modernización de nuestra economía, el fortalecimiento de la educación y de la sanidad pública, el impulso a la innovación y al emprendimiento, y en los cambios en la forma de hacer política y en el sistema electoral.

Hoy quiero trasladar a los lectores cuatro grandes propuestas porque en ellas el PSOE se va a volcar y yo me voy a volcar. Con ellas, vamos a aplicar principios de buen gobierno y de justicia social.

Cuanto más evoluciona un pueblo, más hace evolucionar a sus representantes. Más exigencias conducen a mejores resultados, mayor perfeccionamiento del sistema.

Los ciudadanos demandan que articulemos mejor los mecanismos democráticos. Nuestro compromiso es mejorar el funcionamiento de la democracia, dando más peso a la participación ciudadana y más inmediatez a las necesidades de la gente.

Hay conductas que dañan la democracia. La corrupción es una de las más odiosas. Buena parte de ella anida en un urbanismo descontrolado, manejado además de forma opaca. Esa zona de sombra, tomará luz porque vamos a recuperar controles previos que van a aportar la transparencia y la limpieza debidas.

Cuanto más evoluciona una democracia, mejor distingue los valores que la sostienen. Los hombres y las mujeres de este país conocen cada vez mejor el valor de la diversidad y de la cohesión, por eso quieren cada vez mayor justicia contributiva, quieren que paguen más aquellos que más tienen y los que hasta ahora menos han sufrido los efectos de la crisis.

Nuestra sociedad ha hecho este análisis y nosotros lo hacemos con ella, por eso estas dos propuestas llevan nuestra firma:

1. Recuperar el impuesto del patrimonio y orientarlo a los grandes propietarios.

2. Culminar la reforma del sistema financiero, para que los bancos y cajas destinen una parte de sus beneficios a la creación de empleo, especialmente para los jóvenes.

No elegimos esta crisis, pero sí podemos elegir su solución y la salida. Nos jugamos ahora el futuro de mañana. La forma en la que salgamos de esta crisis, determinará la forma en que vivamos los próximos años.

El nuevo proyecto del PSOE está en sintonía con las necesidades de España y es coherente con nuestros valores: una sociedad más justa, solidaria e incluyente. Los conseguiremos y lo haremos como quiere nuestro candidato: escuchando, haciendo y explicando. Juntos, porque para el futuro, todos hacemos falta. Nadie puede quedar atrás.