TRIBUNA

Tomás Santos Munilla, ¿estoicismo o parálisis?

«La apatía política estaba instalada en la sociedad riojana y logroñesa y hemos sido dos partidos políticos minoritarios los que hemos conseguido despertar el interés de la sociedad»

MIGUEL GONZÁLEZ DE LEGARRA

Lunes, 4 de abril 2011, 02:38

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El candidato socialista a la Alcaldía de Logroño, Tomás Santos Munilla, analizaba el fin de semana pasado en un artículo de opinión las estrategias del resto de los partidos políticos y, de manera especial, la que el Partido Riojano ha desarrollado en las últimas semanas. El propio Santos se declaraba «sorprendido» y «estupefacto» por el hecho de que el Partido Riojano haya intentado alcanzar un acuerdo preelectoral «contra natura con quien les maltrató mientras fue alcalde». ¡Qué frágil es la memoria de algunos!, o qué interesada es la de quien olvida diferencias que otrora también hacían imposibles determinadas alianzas que, sin embargo, le han permitido ser alcalde durante cuatro años.

Una oportuna desmemoria parece que le hace olvidar a Tomás Santos los graves incumplimientos del acuerdo postelectoral que firmó con el Partido Riojano en el 2007; unos incumplimientos que, si bien en número puede que no sean excesivos, sí lo son en alcance y calidad. ¿Olvida también la persecución ignominiosa a la que el PSR-PSOE sometió al Partido Riojano en los últimos años de la década de los 80, que terminaron con un presidente de Gobierno socialista pidiendo públicamente perdón por las acusaciones falsas que se mantuvieron durante años contra dirigentes regionalistas? ¿Justifica esa rastrera actitud del PSOE riojano una imposibilidad permanente de diálogo y acuerdo con los regionalistas? ¿Significa que el acuerdo que aupó al Sr. Santos a la Alcaldía era también un «pacto contra natura» con quien nos maltrató en su momento?

A estas alturas debería ser notorio que el Partido Riojano no guarda rencores ni establece alianzas en función de simpatías personales o ideológicas; no es eso lo que nos mueve. Nos mueve el interés general de los ciudadanos y, Tomás Santos mejor que nadie, debería recordar las razones de nuestro acuerdo que se plasmó «negro sobre blanco» como a él le gusta recordar. No es el Partido Riojano el que está «necesitado en sus expectativas electorales», son los riojanos y los logroñeses los que están necesitados de políticos activos y capaces de reaccionar con rapidez ante cualquier oportunidad o cambio que pueda significar una evolución de la vida política. En este sentido, la irrupción de Julio Revuelta en el escenario político abre tantas puertas y cambia tanto el escenario que lo que extraña es la parálisis del resto de formaciones. La apatía política estaba instalada en la sociedad riojana y logroñesa y hemos sido dos partidos políticos minoritarios los que hemos conseguido despertar el interés de la sociedad por una política que se mueve con dificultad entre el caciquismo y el férreo control de unos y el conformismo y la falta de iniciativas de otros.

Son ya varias las ocasiones en las que he oído a Tomás Santos y hasta a su secretario general, Francisco Martínez Aldama, presumir públicamente de que «en medio de tanta movida, ni nos han movido, ni nos hemos movido», y realmente me sorprende que sigan considerando esa incapacidad de acción como un valor positivo cuando lo que a muchos nos parece, (fuera y dentro del PSR), es un síntoma claro de falta de cintura política, de incapacidad para reaccionar ante cuestiones imprevistas, de incapacidad para adaptar las estructuras a los cambios que exige la sociedad.

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A estas alturas y, en estas circunstancias, exhibir la invariabilidad de las candidaturas del PSOE como un valor me parece lamentable. Son los dirigentes socialistas los que se exhiben como los más conservadores del panorama político regional y, en un escenario político y económico radicalmente distinto al del 2007, ofrecer exactamente las mismas candidaturas y las mismas fórmulas, no me parece que sea un síntoma de progreso sino más bien la evidencia de una parálisis preocupante.

Posiblemente esta sea la misma parálisis que a Tomás Santos le lleva a hacer declaraciones tan gratuitas, falsas y excesivas como la que hacía al final de su escrito cuando decía que "todo el mundo sepa que el Partido Socialista, y yo en concreto, no vamos a pactar con cualquiera ni a cualquier precio, ni vamos a subirnos en ningún autobús que no queramos». ¿Quiere eso decir que en el 2007 sí lo hizo? Que no paga cualquier precio lo sabemos bien porque los logroñeses todavía estamos esperando que cumpla lo que, en su contrato, dijo que iba a pagar. Que no pactará con cualquiera. ¿está seguro de que cualquiera querrá pactar con él?

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No sé qué es lo que decidirán los ciudadanos en las urnas y si serán necesarios o no pactos postelectorales, lo que sí tengo muy claro es que el Partido Riojano estará dispuesto a sentarse a hablar con cualquier partido democrático que haya obtenido representación en las instituciones. Haya necesidad de pactos o no, nuestra obligación es buscar el entendimiento y gobernar a nuestro pueblo con el mayor acuerdo posible. Si alguien no está dispuesto, que lo diga de antemano.

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