La segunda fase del soterramiento se iniciará en el 2011

El alcalde de Logroño, Tomás Santos, anunció ayer su compromiso de que el próximo año «van a comenzar las obras de la segunda fase del soterramiento» para cubrir el tramo ferroviario entre la calle Rodejón y El Cubo. Fue una de entre las múltiples novedades que avanzó en la segunda jornada del Debate sobre el estado de la ciudad. En la misma sesión confirmó que la liberación del tramo de la AP-68 entre Agoncillo y Navarrete será una realidad en enero del 2011, tal y como ya anticipó el Ministerio de Fomento, quien, según el regidor, ha reservado tres millones de euros en los Presupuestos del Estado para hacer frente al coste de esta medida.

Santos respondió con este anuncio a las preguntas formuladas desde los grupos municipales del PP y el PR, que exigieron al primer edil aclarar el estado de la cuestión, máxime tratándose de una de las promesas socialistas y un pilar básico en el pacto que sostiene el Gobierno del 'bipartito' PSOE-PR.

A estas novedades, sumó otro rosario de pequeñas medidas que se adoptarán en los presupuestos del 2011 (ver página siguiente). El avance de esas iniciativas cerró ayer un debate que comenzó a las nueve de la mañana y se estiró hasta pasadas las dos de la tarde, con turnos de intervención excesivamente largos que contribuyeron a acrecentar la sensación de pesadez de la sesión. No obstante, hubo también momentos de lucimiento entre los contendientes.

El debate

Tras la exposición de Santos del día anterior abrió el fuego la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, quien afeó la gestión del máximo mandatario logroñés centrándose en el apartado económico, el mismo en el que sacó pecho Santos en la jornada del lunes. Gamarra trazó un negro panorama de la ciudad, en la que «hoy -dijo- se vive peor que hace tres años», y acusó al alcalde de subir los impuestos, el billete del autobús y el coste de las actividades deportivas. Es decir, añadió, practicando unas políticas que «no son las que necesita la ciudad para la generación de actividad económica».

Sus críticas se extendieron al terreno institucional para acusar al Gobierno municipal de practicar un «enfrentamiento interesado» con el Ejecutivo regional, lectura que ejemplificó con el solar del antiguo Hospital San Millán. Y en este mismo ámbito censuró también la «discriminación del Gobierno central con La Rioja», citando actuaciones como el Palacio de Justicia, el AVE o el rescate de la autopista.

Gamarra concluyó su turno tachando al alcalde de carecer de ilusión para afrontar el futuro de la ciudad y abogó por un cambio planteando «un nuevo proyecto para Logroño» que ella misma se comprometió a liderar con medidas de apoyo a la familia o la actividad económica.

Santos contraatacó luego por este mismo flanco acusando a la portavoz del PP de «estar inhabilitada» para ser alcaldesa de Logroño, crítica que sustentó en varias razones. Recriminó a Gamarra por «jugar siempre en contra de los intereses de Logroño»; por defender «los ataques contra la autonomía municipal»; por callarse ante «la falta de financiación regional a la estación intermodal» y por ser «responsable» de la defectuosa obra de la Gran Vía.

Además, le acusó de protagonizar el ataque «más canalla» contra el Ayuntamiento al descalificar el calendario municipal «utilizando los sentimientos religiosos de la gente». «No tiene personalidad propia y está a lo que le mandan», concluyó el primer edil.

Una lectura que compartió poco después el portavoz del PR, Ángel Varea, quien durante las intervenciones de Gamarra exhibió un cartel en el que podía leerse «Y de Logroño Turismo ¿qué?». Varea, quien destacó su gestión en la rehabilitación del Casco Antiguo, planteó al alcalde medidas contra Gamarra y Mar San Martín por el 'caso Legarra', a lo que el alcalde respondió pidiendo a ambas su dimisión del consejo de administración de la empresa turística.