«No me termino de creer que tenga esta edad y vaya a empezar una carrera»

Cuando apenas quedaban veinte minutos para que los estudiantes universitarios que estrenaban curso este miércoles tomasen parte en el acto de bienvenida organizado por la Universidad de La Rioja, los nervios eran patentes. En el exterior del Polideportivo Universitario, que llegó a albergar muchas caras nuevas, los jóvenes trataban de superar su nerviosismo conversando con sus compañeros de instituto. «Estoy nervioso. Menos mal que he venido con una amiga que también va a estudiar Enfermería», confesaba Andoni Arreche unos instantes antes de adentrarse en el interior de las instalaciones.

Cerca de él, Leyly Llanos, que acababa de afincarse hace poco en la capital riojana, admitía que afrontaba su primer día de universidad «con nervios, pero con todas las ganas y la actitud». Estaba a la expectativa de descubrir qué le deparaba esta ilusionante jornada. «Soy nueva. Llevo poco en España. Espero una cálida bienvenida, que me expliquen bien todo para no quedarme con dudas y aprender», añadía esta joven de origen colombiano que hasta hace poco residía en Bilbao.

Al poco, en uno de los grupos que se arremolinaban en el exterior del polideportivo, tres compañeras de instituto resaltaban su interés por comenzar el curso universitario. «Todo el verano he estado indiferente al inicio de las clases, pero hoy es diferente. Estoy ilusionada», confesaba Sandra Calvo, que comenzaba este miércoles la carrera de Trabajo Social. Su compañera Leandra Padilla también compartía la misma sensación que ella. «En verano no me apetecía venir, pero estos últimos días he estado nerviosa. Tengo ganas de empezar, espero que me guste todo y que sea lo que yo me esperaba», reconocía esta alumna que este miércoles empieza sus estudios de Educación Infantil.

Su amiga Carmen López, por el contrario, señalaba que «estaba emocionada a lo largo del verano con la idea de ir a la universidad. Es una etapa nueva, pero me daba nostalgia empezarla, porque nunca más voy a pisar el instituto». «Tenía ganas de empezar, pero afronto este primer día con nervios y emoción, porque no me termino de creer que tenga esta edad y que vaya a comenzar la carrera», añadía esta joven estudiante de Recursos Humanos. Más tarde, Katia Olagaray, que se adentraba este miércoles en el grado en Relaciones Laborales, también afrontaba el primer día del curso «un poco nerviosa, pero con ganas de estudiar lo que quería después de tantos años. Espero haber acertado y que me gusten las asignaturas», decía con una sonrisa.

A escasos minutos de que comenzase el acto, Joseba Iriarte aseguraba que estaba «bastante nervioso». «No sé qué nos contarán, supongo que nos explicarán cómo funciona la universidad, los programas que tiene y las ayudas que podemos recibir los estudiantes», añadía al poco. En su caso, este joven guipuzcoano había decidido estudiar en la región porque «era la única manera que veía de irme de casa y de independizarme. Tenía una amiga que ya había estudiado aquí y me había dicho que le había ido muy bien la experiencia». En su caso será mejor. «Vengo de estudiar el grado de Integración Social, por lo que espero obtener un añadido a los conocimientos que tengo y un acercamiento a un ámbito que no es tan burocrático como es el Trabajo Social».

Unos instantes más tarde, el rector de la UR, Juan Carlos Ayala, resaltaba que este año académico es «especial». «Me siento muy contento porque hemos llenado todas las plazas ofertadas, incluidas las de Enfermería, lo que demuestra, de alguna forma, que la Universidad de La Rioja está en buena forma y que los riojanos están empezando a conocer y a querer mucho más su universidad».

En este primer día de curso, la universidad pública riojana recibió a 1.045 alumnos de nuevo ingreso. «Como es habitual, están nerviosos, inquietos, con ganas de estrenar la universidad. Así es también como nos sentimos nosotros. La universidad es una gran familia y hoy es el día en el que recibimos a los miembros de esta gran familia», afirmaba Ayala antes de incidir en que «nos sentimos muy contentos y agradecidos de que hayan escogido la UR para esta etapa tan importante de su vida. La formación universitaria les va a acreditar para desarrollar su actividad profesional».

Por eso, este año académico van a incidir «mucho» en desarrollar las habilidades de empleabilidad. «Cada vez estamos más convencidos de que los alumnos, además de conocimientos, tienen que tener unas habilidades de empleabilidad que son las que demandan sus empleadores, bien sean públicos o privados. Es una de las cuestiones principales en las que vamos a incidir durante todo el curso, sobre todo con quienes inician hoy su andadura en la Universidad de La Rioja».

Al poco, la directora de la Oficina del Estudiante, Prado Díaz, señalaba que «nos hace mucha ilusión preparar este acto de bienvenida para los alumnos de nuevo ingreso, en el que les contaré aspectos de interés, como la guía de servicios útiles que ponemos a su disposición para este año académico». En el acto también estuvieron presentes distintos mentores, como Fátima Handjar, del grado en Geografía e Historia, que hizo hincapié en que «es muy importante que los alumnos que vienen del instituto, que es un entorno bastante diferente a la universidad, cuenten con un apoyo cercano».

Un respaldo que, resaltaba, venga de un estudiante veterano, «con más experiencia, y no de un profesor, porque puede considerarse más lejano, que puede imponer más miedo o más autoridad». En este sentido, apuntaba que cada uno de los mentores de los que disponen los alumnos -hay uno por carrera- «estamos llenos de ilusión porque muchos de nosotros fuimos mentorizados». Su labor, entre otras cosas, consiste en organizar tres reuniones al año «para que nos informen de cómo les ha ido el curso o de si han tenido algún problema, pero nuestra figura va a estar presente y accesible durante todo el año. Estamos 100% disponibles para los alumnos que recurren a nosotros».

Tras el evento, cada uno de los alumnos de nuevo ingreso procedió a desplazarse hasta sus respectivas facultades, donde también fueron recibidos por los decanos y los directores de estudio. Tras esta cálida acogida, comenzaron sus estudios universitarios mientras el resto de estudiantes (de segundo, tercer y cuarto año) también empezaban a ocupar sus pupitres. En total, hay 4.500 matriculados, de los que el 65% proceden de la comunidad riojana y el resto, de comunidades límitrofes como Navarra, País Vasco y Castilla y León, principalmente.

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