Pedro Uruñuela, en el despacho de la Consejería. Juan Marín
Pedro Uruñuela | Consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud

«Me enorgullezco del cambio educativo que hemos iniciado»

Pedro Uruñuela | Consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud ·

Logroño

Jueves, 16 de febrero 2023, 01:00

Pedro Uruñuela accedió al cargo de consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud del Gobierno de La Rioja iniciada ya la legislatura para sustituir a Luis Cacho. Ahora afronta los últimos meses previos a que las urnas evalúen su trabajo.

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– La legislatura entra en la recta final y por tanto, parece el momento de hacer balance. Aunque usted llegó con ella avanzada ya, ¿le ha dado tiempo a hacer lo que se propuso?

– Evidentemente, no. En Educación, los cambios importantes se realizan a largo plazo y, en este caso, tres años es un plazo muy corto. De hecho, en este tiempo hemos iniciado procesos de cambio muy importantes, y lo que más hemos repetido es que todos ellos son carreras de fondo: sus implantaciones deben ser paulatinas y progresivas en el tiempo para que sean firmes. Por eso, de lo que sí estoy satisfecho es de haber iniciado y dado los primeros pasos para un cambio que va a terminar ejecutándose.

– ¿Qué es lo que más le enorgullece de lo que ha conseguido?

– Varias cosas: la primera, haber iniciado, como decía, un cambio educativo centrado en qué tienen que aprender los alumnos y alumnas, y no tanto en lo que tienen que enseñar los profesores y profesoras. Hemos superado el planteamiento basado principalmente en asignaturas y nos centramos en las competencias básicas. En segundo lugar, estoy muy satisfecho y orgulloso de haber situado la convivencia en el centro de la actividad docente y también del debate educativo y también de la sociedad: para mí, es una competencia imprescindible para vivir en el siglo XXI. Ha habido más cosas: hemos implantado la gratuidad total de los libros de texto, hemos reformado el proceso de escolarización, eliminando la agonía que sufrían cientos de familias cada año; y por supuesto, creo que esta legislatura es histórica para nuestra Formación Profesional, superando el techo de los 9.000 alumnos, con un incremento del 20% en la inversión y la implantación de 23 de las 26 familias profesionales. No me puedo olvidar tampoco, y aunque por fortuna queda ya como un recuerdo lejano, de la gestión de la pandemia en los centros educativos: mantuvimos la actividad lectiva en los colegios y los convertimos en los lugares más seguros, incluso en los peores momentos, y con un índice de contagios que apenas llegó a superar el 1% del alumnado. Fue un reto complejísimo, a todos los niveles, y lo sacamos adelante, por supuesto con ese factor indispensable que fue el compromiso de toda la Comunidad Educativa.

– ¿Qué ha quedado todavía sin hacer? ¿Hay algo que le hubiera gustado acometer, pero no le ha dado tiempo?

– Varias cosas. En primer lugar, culminar el desarrollo de alguna de estas actuaciones, que como le decía, no cabía por tiempo en esta legislatura. Sí nos hubiera gustado avanzar más en cuestiones como la red 0-3 años, en cuanto a extender la escolarización hasta el 70% y generar el clima necesario para que las familias quieran escolarizar a sus bebés. También tenemos pendiente avanzar en una cuestión como es el bilingüismo, y desde luego dar pasos en el trabajo con la red concertada para adecuar las unidades, financiación y recursos a sus necesidades.

– Conseguir concluir las obras del IES Sagasta de Logroño ya suponen todo un hito, a sus predecesores les resultó imposible...

– Creo que el IES Sagasta ha sido una cuestión de mera voluntad y estoy muy satisfecho de haberlo devuelto a la actividad. El Gobierno de Concha Andreu se encontró al llegar una valla alrededor del edificio y un proyecto que necesitaba financiación: en estos tres años, hemos logrado terminarlo y lograr con la negociación en España y Europa una financiación del 90% de los 22,6 millones de euros que ha costado. Pienso que es un hito y un ejemplo de gestión y de voluntad política, destacado a la vez dentro de la actividad intensa en infraestructuras educativas que hemos desarrollado estos años: Casalarreina, Aldeanueva, Rincón de Soto, Cenicero, Santo Domingo, el propio D'Elhuyar... son buenos ejemplos.

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– Y ahora anuncia un nuevo proyecto, no menos ambicioso, de desarrollar en Lardero, al lado de La Laboral, un gran centro de referencia de Formación Profesional, ¿no le da miedo que pase como con el Sagasta y sea el cuento de nunca acabar?

– Si llevarlo a cabo está en la mano de este Gobierno, no tengo ningún miedo. La reforma del Sagasta se estuvo anunciando por anteriores administraciones desde 2014, y sin embargo ha sido el Gobierno de Concha Andreu el que cogió un proyecto vacío, consiguió el dinero y lo ha terminado en tres años, con una pandemia por medio. En el caso del Centro Integrado de FP junto a La Laboral, los pasos que vamos a dar son los mismos para cumplir el compromiso adquirido, como ya hemos demostrado que sabemos hacer. Este centro, además, va a ser básico en nuestra estrategia de desarrollo de la FP.

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– En la Consejería de Educación nunca hay tranquilidad. Incluso la convocatoria de oposiciones que debería ser una buena noticia se convierte en un problema por la fecha y el denominado 'efecto llamada', ¿qué ocurre que siempre hay damnificados?

– Aquí lo que sucede es que confluyen en un mismo momento varios procesos de convocatorias ordinaria y de estabilización de interinos. Con ello, entran en juego perfiles diferentes y por supuesto, también intereses diversos, entre ellos el nuestro como Administración, que se basa en reducir la interinidad al 8%, y en eso trabajamos. En la Mesa Sectorial vemos de hecho que cualquier opción planteada es aceptada por unos y rechazada por otros, con lo que probablemente cualquier decisión que se acabe tomando, tendrá sus detractores. Creo que, a medio plazo, el profesorado verá que se han llevado a cabo estos procesos con sensatez y buscando el mayor beneficio para todos los participantes.

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– La Rioja lucha contra la despoblación de las zonas rurales. No hay centros porque hay pocos niños y hay pocos niños porque no hay centros para estudiar, ¿cómo se puede romper este círculo vicioso?

– La Escuela Rural ha sido y es una de las prioridades de este Gobierno. Hemos mantenido abiertos todos los centros, aunque solo tuvieran 3 o 4 alumnos, hemos elaborado una normativa que va a salir en breve a la luz, regulando los aspectos específicos de los centros rurales, y estamos impulsando tanto la formación del profesorado que trabaja en zona rural como las condiciones para garantizar su estabilidad. También hemos mantenido y ampliado los servicios de madrugadores y comedor, garantizándolos a todo aquél que los precise, y financiando los costes derivados del déficit de alumnos en muchos casos. Estos años hemos logrado estabilizar la cifra de estudiantes en el medio rural y la intención de este Gobierno es seguir avanzando con nuevas medidas en el largo camino que aún nos queda por recorrer, y que esperamos seguir haciendo de la mano de la comunidad educativa de la Escuela Rural.

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