¿Derecho al silencio?
No podemos ignorar que algunos de nuestros vecinos no van a poder disfrutar las fiestas y van a tener que olvidarse de su derecho a poder descansar por la noche
En marzo de 2023, este en estas páginas publiqué una tribuna titulada 'Derecho al silencio'. Hoy, escribo otra con parecido título, no igual, pues el ... de ahora lleva interrogantes y ello porque quiero preguntar, a quien corresponda (todos sabemos quiénes son), si tal derecho existe realmente por más que las normas aplicables lo reconozcan muy pomposamente. Si en aquel momento me ceñí al ruido producido por esos vecinos incívicos que toman la calle como coto privado, ahora añado el ruido producido por la actividad que algunos hosteleros ejercen incumpliendo sus obligaciones legales y en perjuicio del derecho al descanso de los vecinos.
Publicidad
Considero que unos y otros incumplidores de la ley han conseguido que el derecho al silencio esté muy seriamente comprometido en numerosas calles de nuestra ciudad de Logroño. Estoy casi seguro de que si preguntáramos a cualquiera que conozca alguna de esas calles repletas de bares y terrazas qué piensa sobre cuál puede ser allí la situación en las noches de un fin de semana o de cualquiera de nuestras fiestas, su respuesta sería algo así: «Eso tiene que ser horrible, ¡menudo ruido!».
Y esa realidad es la misma sea quien sea el que esté al mando del Ayuntamiento. Tengo para mí que alcaldes y concejales de ayer y hoy sienten un peso irresistible que los tiene paralizados: el peso de ese estado de las cosas que ha ido madurando con el tiempo y que ha dado como fruto una insoportable saturación de ciudadanos incívicos y de prácticas hosteleras abusivas. Todos esos responsables municipales pasados y presentes han contribuido enormemente a la creación del monstruo y, tanto antes como ahora, parece que ese engendro los tiene maniatados con unas invisibles ligaduras que bien pudieran ser las de los intereses políticos creados o las de las presiones sociales o esas de los silencios o de los miedos.
Además, y desgraciadamente, el gran caos existente no parece que pueda explicarse sin atender a los efectos, por supuesto involuntarios, del trabajo del funcionariado consistorial más directamente concernido, falto de personal suficiente y escaso de medios materiales.
Publicidad
Sin embargo, creo que nada está perdido. Me parece que nuestros munícipes tienen a su alcance la posibilidad de conseguir que el derecho al negocio de unos no atropelle el derecho fundamental, y por tanto de rango superior, al silencio y descanso de otros. Me atrevo a sugerirles la siguiente estrategia: atender a esos vecinos que, en su mayoría lucha por su derecho al silencio y al descanso, piden que se cumplan y se hagan cumplir las leyes; hacer caso a esos ciudadanos que están levantando la mano y diciendo: «Tenéis que gobernar también para nosotros, tenéis que proteger nuestros derechos, tenéis que conseguir que el ocio y la actividad hostelera puedan existir sin perjudicarnos».
Casi al final del siglo XIX, hace más de 150 años, un jurista alemán escribió una obrita titulada 'La lucha por el derecho'. En ella, como su expresivo título anuncia, decía que los derechos están para ser ejercitados, sin importar el esfuerzo que ello exija; que la lucha es el medio para alcanzar el derecho. También escribió que si se lesiona mi derecho, en realidad se lesionan todo los derechos de toda la sociedad y que, por tanto, al defender mi concreto derecho también estoy defendiendo todos los derechos de la sociedad en su conjunto. Y asímismo dijo: «La espada, sin la balanza, es la fuerza bruta, y la balanza, sin la espada, es el derecho en su impotencia».
Publicidad
Estamos en 2024 y esas reflexiones son, también ahora, pertinentes. No es únicamente que algunos vecinos de Logroño estén defendiendo su derecho al silencio y al descanso sin ir directamente en contra de personas o negocios. Es que, además, resulta que, peleando por lo suyo, su esfuerzo pasa a ser, también, lucha a favor del mantenimiento y fortalecimiento de los derechos de todos nosotros.
Quiero decir que están haciendo un gran favor a nuestra sociedad porque su lucha es la viva demostración de su confianza en la ley y en sus procedimientos, en las autoridades y en sus responsabilidades; en definitiva, nos están diciendo que las armas legales de la sociedad civilizada (esa espada a que antes me referí) son las idóneas para asegurar nuestra convivencia.
Publicidad
Harán bien nuestras autoridades municipales en atender sus justas reivindicaciones en la forma tan prudente en que las están exponiendo. En vísperas del inicio de nuestras tan queridas fiestas de San Mateo, los ciudadanos de Logroño no podemos ignorar, sin vergüenza, que algunos de nuestros vecinos no las van a poder disfrutar como el resto de nosotros; que tras el alegre chupinazo, esos vecinos van a tener que olvidarse de su derecho al silencio y no van a poder descansar por las noches porque otros cantarán, beberán o harán negocio bajo sus viviendas. Así es y así espero que deje de serlo pronto.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión