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Paula, con Kora, y Elena, con Giulia, en la travesía. CLUB VIDA PERRA
Reinas humanas y caninas del Moncayo

Animaladas

Reinas humanas y caninas del Moncayo

Las riojanas Elena López y Paula Sancho participaron en la XXXIII Travesía Mushing Monegros con sus perras Giulia y Kora

Diego Marín A.

Logroño

Domingo, 22 de diciembre 2024

Del pasado 5 al 9 de diciembre las riojanas Elena López y Paula Sancho, con su perras Giulia y Kora, respectivamente, del Club Vida Perra, completaron la XXXIII Travesía Mushing Monegros por Tierras del Moncayo. Un total de 83 kilómetros en cinco etapas que transcurrieron por Pozuelo de Aragón, Tabuenca y Ainzón (Zaragoza), una aventura para unos binomios que hasta entonces habían participado en pruebas de canicross de modalidad sprint.

«Estábamos bastante perdidas al llegar. Y el primer día fueron 13 kilómetros nocturnos. No es una carrera, tienes que salir en un tiempo, cuentas con un 'road book' con las distancias y giros, y cuentas con un frontal y un chaleco reflectante, es autosuficiencia», cuenta Paula Sancho, quien participó con su mestiza de braco y setter de 5 años hasta que en la tercera etapa un esguince de tobillo le obligó a retirarse. Pero, aunque ella tuvo que abandonar, su perra Kora continuó corriendo junto a Elena y Giulia, otra mestiza de 6 años. Ambas perras son adoptadas. «Me dan ganas de volver y terminar. Veía a Elena llegar con Kora y me hacía ilusión», confiesa Paula.

Y es que no solo para ellas, personalmente; fue una experiencia también para sus perras. Los controles veterinarios fueron exhaustivos, hasta con electrocardiogramas. Elena y Paula fueron las únicas mujeres participantes en su modalidad y competieron entre gente, más profesional, que ha completado la célebre Pirena. «Llevo diez años en el canicross y no he disfrutado nada como esto. A mi perra la he visto mejor que otras veces, la convivencia con otros perros ha sido genial y la he visto muy relajada», declara Elena López.

Entrenaron a base de caminatas largas, la mayoría nocturnas y corriendo una vez a la semana con las perras tirando. «El viernes, tras dos etapas en una jornada, sí que las perras acabaron cansadas, pero al día siguiente estaban como si nada. Ellas descansan más, han tenido más recuperación, han dormido más», subraya Elena. Las dos riojanas regresaron a La Rioja «enganchadas» a esta travesía. «Al ser muy largo, no son velocidades de una carrera de sprint, así que creo que Giulia ha disfrutado más porque es un ritmo muy cómodo, muy disfrutón... A mí me ha encantado», confiesa Elena.

Pero hay que ser consciente de que hay que estar preparados, no es para cualquier persona ni animal. Y si el perro no está bien, los veterinarios de la organización no permiten su participación en los controles diarios. «Para empezar, tu perro tiene que estar preparado. No deja de ser deporte. Es una suma de kilómetros que si el perro no está entrenado igual no acabas ni la primera etapa», advierten Elena y Paula.

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