Al calor de un hogar
La perra abandonada en la basura en Logroño el día después de Reyes es adoptada por una familia riojana para la que supone «una alegría»
Völva es ahora Lara Croft. La perrita que fue abandonada junto a un contenedor de basura en Logroño el día después de Reyes ya ha sido felizmente adoptada por una familia de La Rioja, que ha rebautizado al animal cambiando su mitológico nombre nórdico por el de una moderna heroína, ya que a su nueva dueña, Esther, le gustan los videojuegos y se le había muerto hace apenas tres semanas su mascota Sugar.
«Como ya soy mayor pensé que ya no podría tener nunca un cachorro, pero hablé con mis hijos, que son un apoyo grandísimo para mí, y me aseguraron que, si falto, se harán cargo del perro», cuenta Esther, que a menudo colabora con la asociación protectora Animales Rioja como casa de acogida. En principio se interesó en acogerla temporalmente pero como era un caso especial, una perra abandonada y sorda, de difícil adopción, la vio y se decidió. «Es un amor, muy lista, aprende enseguida y duerme mucho. Es una cachorra normal, solo que cuando la intentas llamar no hace caso porque no oye, pero ya está aprendiendo mediante gestos. Ya sabe sentarse. Como no oye nada, no tiene miedos», describe Esther.
Para su otro perro, Peter, siempre dispuesto a perseguir una pelota, la llegada de Lara Croft ha supuesto un nuevo compañero de juego. «Para mí ha sido una alegría porque me había quedado 'huérfana' de perra y Peter, 'viudo', al perder a la nena de la casa», reconoce Esther, que no entiende lo que le hicieron a su nueva mascota. «¿Para qué los maltratan o los matan? Que los lleven a la perrera», ruega Esther, que también reclama que las personas mayores que ingresan en residencias puedan acceder con sus mascotas viejas. «Están las perreras llenas de animales que han estado 12 años en una casa y cuando se va el abuelo a la residencia se quedan solos», solicita la adoptante de Lara Croft.
Cachorro con discapacidad
Para Beatriz Martínez, presidenta de Animales Rioja, la adopción de la perra es una gran noticia. «Por fin ha conseguido una familia, y una a la que no le ha importado su discapacidad. Es un cachorro igual que los demás», describe Beatriz Martínez. Y aunque ha habido más interesados en adoptarla, bien por circunstancias personales no han podido finalmente o la propia asociación ha considerado que no eran adecuados. «Un cachorro con discapacidad necesita una atención diferente, los métodos de aprendizaje cambiar, hay que adaptarlos. Esta familia cumple los requisitos», asegura Martínez.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión