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Susana Palacio, propietaria de la tienda Emperrados de Logroño, posa con un muestrario de alimentación Barf para mascotas. D. M. A.
Animaladas | Mascotas

El dilema de la dieta Barf

La alimentación cruda se populariza frente al pienso pero los veterinarios aconsejan que siempre la tutele un profesional

Diego Marín A.

Logroño

Lunes, 5 de mayo 2025, 07:42

La dieta Barf para mascotas se ha popularizado y ha arrebatado clientes a los piensos. Básicamente es la alimentación con carne cruda para intentar asemejar la nutrición de los animales domésticos con la de carnívoros salvajes. Ya se comercializa este producto para tratar de imitar las presas que perros y gatos cazarían en la naturaleza, con añadidos como frutas y verduras. Algunas marcas, como Wild Balance, informan de que su comida para mascotas contiene «ingredientes 100% naturales y completamente crudos que después son congelados». «La dieta Barf es la única alimentación biológicamente adaptada a su naturaleza de carnívoro», asegura Wild Balance, y añade que con ella obtienen más nutrientes y beneficios para su salud.

La Ley de Bienestar de los Animales prohibe «alimentarlos con vísceras, cadáveres y otros despojos que no hayan superado los oportunos controles sanitarios, de acuerdo con la normativa sectorial aplicable». Esto se debe a una cuestión sanitaria puesto que sobre todo los perros que se alimenten con vísceras de animales muertos pueden actuar como transmisores de la lombriz que genera el quiste hidatídico. Por esto es importante la desparasitación de la mascota.

«Si la dieta Barf está bien realizada por un nutricionista veterinario, suele ir muy bien»

Manuel Bajo

Veterinario (Malpica)

«Si la dieta Barf está realizada por un nutricionista veterinario y el dueño se compromete a administrar los complementos que necesita la mascota, suele ir muy bien. El problema es cuando la gente ve cuentas en Instagram de dudosa credibilidad y siguen una dieta desequilibrada, entonces surgen problemas de vitaminas o aminoácidos, que son esenciales», explica Manuel Bajo, veterinario del hospital Malpica. «Puede pasar lo mismo con un pienso de muy baja calidad. Si se hace con cabeza y bajo tutela veterinaria, está bien», añade Manuel Bajo.

Uno de los peligros de la dieta Barf es que es más delicada de conservar porque se vende congelada, así que se debe mantener la cadena de frío para que los alimentos no se contaminen. La alimentación ha evolucionado tanto en la especie humana como en las mascotas. El cocinado (freír, hervir o asar) facilita la digestión y elimina microorganismos perjudiciales para la salud. Esta es la principal crítica de quienes desconfían de esta dieta, mientras que sus defensores señalan que el pienso es un producto procesado y poco saludable.

«El alimento industrial de alta gama es seguro, saludable, completo y equilibrado. Los piensos y la comida húmeda son parte de la medicina preventiva y curativa, ya que distinguen tamaño, edad, especie y estado fisiológico y patológico de la mascota», considera Alicia Fernández, responsable de nutrición en el hospital veterinario AniCura de Orense.

«Es un tema complejo»

Susana Palacio, formada como nutricionista canina y felina, y propietaria de la tienda Emperrados de Logroño, cree que la Barf «es la comida más natural y original que podemos dar al perro o el gato, porque la hemos modificado con los piensos y, sobre todo los gatos, padecen problemas renales por deshidratación». «Al perro no le van tan mal los piensos, y los hay buenos, pero es mejor la alimentación natural. Lo que no se puede es mezclar porque son de digestión muy diferente: el pienso, al ser ultraprocesado, es muy lento, mientras que el crudo es más rápido, así que hay que darlo por separado, por ejemplo, por la mañana, pienso, y por la noche, comida natural», aconseja Susana Palacio. El veterinario Manuel Bajo también advierte de que hay que tener en cuenta el tipo y tamaño del animal, no es lo mismo alimentar a una pequeña mascota doméstica que a un perro que realiza mucho ejercicio y necesita más proteína.

«Siempre debe estar supervisada porque puede ser tan peligrosa como un mal pienso»

Ana Rodríguez

Dejando Huella (Logroño)

Ana Rodríguez, educadora canina de Dejando Huella, defiende que «la dieta Barf siempre debe estar supervisada por un experto porque puede ser tan peligrosa como un mal pienso». «Lo más importante es revisar bien la composición y adecuarla al animal y su momento vital», aconseja Rodríguez. Por otra parte, el veterinario Carlos Bustillo se muestra «totalmente a favor de la alimentación nutricional de perros con piensos» porque considera que «en las dietas crudas se añade el problema de la posible contaminación bacteriana, así como problemas digestivos». Y remarca que «cualquier recomendación nutricional debe hacerla un veterinario, no puede ser que sigamos lo que diga en TikTok o Instagram alguien que no lo sea, ¿para los niños se siguen las recomendaciones del pediatra o la de las redes sociales?».

Javier Aparicio, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja, declara que «la mayoría de los veterinarios estamos en contra de la dieta Barf por ser muy difícil de equilibrar, y además tiene riesgos importantes». «Hay algún veterinario a favor, así que es un tema muy complejo y controvertido en el que el Colegio no se puede comprometer», reconoce Aparicio.

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