El vino como néctar de la cultura de la mano de Benedetti

El mundo del vino, en este caso de Rioja, y el de la literatura vuelven a estrecharse la mano para promocionar la cultura española. El néctar de la uva ha estado siempre, y lo seguirá haciendo, indeleblemente unido a la literatura, a la pintura, a la escultura, a la música, a la arquitectura, el teatro, al cine y a cuantas manifestaciones culturales se crean en país que amalgama ambas joyas de nuestras señas de identidad.

La bien custodiada 'Caja de las Letras', que del Instituto Cervantes de Madrid conserva como oro en paño, recibió en la tarde de ayer un total de sesenta y dos objetos del poeta uruguayo Mario Benedetti (1920-2009), principalmente fotos familiares y correspondencia personal, que fueron entregados por Santiago Vivanco, presidente de la Fundación Vivanco para la Cultura del Vino que tiene su sancta sanctorum en la villa riojana de Briones.

El poeta, coleccionista y experto en la cultura del vino depositó el legado en la caja de seguridad número 1.448, donde los valiosos documentos reposarán por espacio de dos años.

En el acto, que supuso un singular maridaje entre las letras y la cultura vino, también estuvieron presentes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Plana; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; así como el vicepresidente de la Federación Española del Vino (FEV), Emilio Restoy Cabrera.

En su intervención, el ministro Plana subrayó el estrecho vínculo que existe entre vino y cultura, como elementos que reflejan la creatividad de los seres humanos, evocando los versos del poeta Pablo García Baena: «El vino es un regalo de los pueblos cultos».

Con la renovación del convenio de colaboración entre la (FEV) y el Cervantes, además de homenajear a Benedetti en el centenario de su nacimiento, el legado del escritor uruguayo toma el testigo del chileno Pablo Neruda, cuyo poema 'Oda al vino', también cedido por la familia Vivanco, ha dormido dos años en la 'Caja de las Letras'.