El encanto de lo distinto
La pequeña bodega de Villalba Alonso & Pedrajo consigue la certificación B Corp por su impacto positivo ambiental y social
Alberto Gil
Martes, 17 de junio 2025, 08:01
Viajo mucho y te das cuenta de que nuestro proyecto, nuestra forma de entender el vino, es diferente». Alberto Pedrajo, junto con Javier Alonso, son los socios fundadores de Alonso & Pedrajo, una pequeña bodega del municipio de Villalba [la única con actividad comercial en la actualidad], que desde su fundación, primero de alquiler y luego, desde 2022, con instalaciones propias, elabora vinos muy personales y, cuando menos, distintos.
Alberto Pedrajo, ingeniero y enólogo que asesora desde la construcción a la elaboración de vinos en España, varios países de Centroeuropa e incluso más remotos, defiende la mínima intervención, en viñedo y en bodega, trabaja sin frío industrial, con variedades minoritarias y, sobre todo, con un proyecto vital que le ha llevado, junto con su familia, su mujer y sus dos hijas, a empadronarse y vivir en el pequeño municipio de La Rioja Alta.
Alonso & Pedrajo es la primera empresa de La Rioja (Comunidad Autónoma) y una de las escasas bodegas de Rioja en obtener la certificación B Corp, un sello internacional para empresas que no solo buscan el beneficio económico, sino también generar un impacto positivo en la sociedad, la comunidad y el medio ambiente: «Esto no es 'greenwhasing'», aclara Pedrajo. «Éramos una empresa B Corp sin saberlo, con un compromiso medio ambiental tanto en el cultivo como la elaboración de vinos, pero sobre todo con nuestro entorno más próximo y con nuestro pequeño pueblo... Lo nuestro es un proyecto de vida, y certificarnos como B Corp nos ha ayudado a reflexionar sobre lo que ya hacíamos e intentar mejorar».
«Esto no es 'greenwashing', éramos una empresa B Corp sin saberlo y nos ha ayudado a mejorar»
El sello
En España hay poco más de 300 empresas certificadas B Corp y en La Rioja, hasta ahora, no había ninguna. Alonso & Pedrajo se une así a un reducido grupo de bodegas nacionales e internacionales como Alma Carraovejas, Baigorri, Domaines Barons de Rothschild de Burdeos o la británico-portuguesa Symington Family Estates en contar con dicho sello: «Insisto», reitera Pedrajo, «no buscábamos un impacto de marketing con esto, sino simplemente darnos cuenta de que hacíamos cosas bien de forma natural». «Fuimos la única bodega de Rioja que salió al mercado con un vino blanco, Suañé; acabamos de lanzar un blanco gran reserva del año 2014, siendo una bodega de apenas 35.000 botellas, trabajamos con una elaboración ancestral y natural de lo aprendido en Georgia y, sobre todo, hemos demostrado que es posible vivir en un pueblo».
«No soy riojano», prosigue. «Nací en Cantabria, como mi socio, Javier y su familia, que todos los fines de semana están aquí trabajando, pero quiero a Rioja, a esta gran región vitícola, en la que caben grandes bodegas pero también estos proyectos distintos porque lo importante es el impacto, no el tamaño. El cambio hacia una economía y una sociedad mejor se puede hacer desde un pueblecito como Villalba».