Una nueva zona verde de 35.000 metros cuadrados de El Campillo al Pozo Cubillas
El proyecto definitivo del barranco de Oyón actuará en una franja de 650 metros lineales conduciendo las aguas mediante un nuevo canal soterrado y un cauce ampliado a cielo abierto junto al cual se habilitará un sendero
Ya hay proyecto en el barranco de Oyón para evitar las inundaciones en El Campillo, y, finalmente, no habrá zona verde deprimida de bajada paralela a la N-111a, sino que bastará una escollera de sostenimiento en los terrenos actualmente existentes para canalizar las aguas hasta el Ebro, dando como resultado una nueva zona verde de 35.000 metros cuadrados, eso sí. Un proyecto que, una vez asumido como definitivo, deberá ser licilitado para su ejecución, o al menos iniciarla, a lo largo de 2026.

El agua de escorrentía llega por el Barranco de Oyón
Bajo la carretera se colocará la nueva conducción
Camino junto al nuevo cauce
Arbolado
Arbolado
Cauce
La actual estructura se unirá con el nuevo cauce
Se amplía la desembocadura de la escorrentía al Ebro
En el cruce del Camino de Santiago se construyen dos nuevos pontones
Existe un tramo actual por el que la corriente de agua hace un giro de 90 grados
Cauce
Río Ebro
El Ayuntamiento de Logroño ha presentado este lunes el proyecto elaborado para las obras de renaturalización e integración hidrológica y ambiental del barranco de Oyón, «resultado de la asistencia técnica encargada a Nolter Ingeniería y Medio Ambiente» y que plantea una inversión total de 1.741.962,22 euros en dos fases (una primera hidráulica como tal y una segunda ambiental).
Así, y tal y como ya adelantó Diario LA RIOJA, la solución que adoptará la capital de La Rioja para evitar que en el futuro se sigan produciendo inundaciones en esta zona de la ciudad «pasa por desviar y recoger el agua de lluvia procedente del barranco de Oyón para evacuarla al río Ebro evitando la posibilidad de entrada en el barrio de El Campillo», en palabras del alcalde Escobar.
Para ello, el proyecto plantea una serie de actuaciones de carácter hidrológico que se ejecutarán en la primera fase de las obras. En ese sentido, se establecerá una zona inundable mediante elementos de contención lateral para la laminación de avenidas en el pie del barranco de Oyón o rotonda de avenida de la Sonsierra con la antigua carretera N-111a; se construirá un marco soterrado bajo la citada; y, por último, se adaptará el marco existente del cauce actual para permitir derivar caudales en avenida al nuevo marco soterrado, de manera que permita gestionar avenidas para su evacuación al Ebro bajo la carretera vieja de Viana.
La otra vertiente de la actuación será la creación de un nuevo cauce complementario al existente, un canal trapezoidal a cielo abierto con dimensiones medias de 3,5 x 15 metros. Ello permitirá ampliar la capacidad hidráulica del cauce actual, además de la solución añadida de evacuación que aporta el nuevo marco soterrado. De hecho, la aportación más ambiental del proyecto vendrá por la adecuación que se llevará a cabo en ese cauce abierto, en el cual se ejecutará un sendero ciclopeatonal paralelo al cauce que llegará hasta la desembocadura en el Ebro.
Esta zona se renaturalizará con plantaciones en las que se tendrá en cuenta el fomento de la biodiversidad con especies adaptadas a las características del nuevo espacio, que será una zona de inundación controlada y de adecuación morfológica de cauces. Esta nueva zona verde conectará tanto con el sector de El Campillo como con el parque del Pozo Cubillas.
El plan es el resultado de la asistencia técnica encargada a Nolter Ingeniería y Medio Ambiente y plantea una obra de 1,7 millones en dos fases
Escobar ha destacado que «una vez más, hacemos de la necesidad, virtud. Además de aportar una solución hidrológica largamente demandada por Logroño y especialmente por el barrio de El Campillo, abordamos la regeneración paisajística del territorio sobre el que se actúa y la creación de zonas estanciales con islas bioclimáticas, espacios con mobiliario urbano rústico, arbolado frondoso y bosquetes con capacidad de sumidero de CO2, reducción del efecto isla de calor y pantalla térmica para la ciudad».
El proyecto presentado contempla un período de ejecución de la obra que se estima en 12 meses, 8 para la primera fase de carácter más hidráulico y 4 para la segunda de tipología más ambiental. A esos plazos de ejecución, habrá que sumarles los que precisen labores administrativas previas de consecución de la titularidad de algunas de las parcelas sobre las que hay que actuar y las propias derivadas de la licitación y la contratación del mismo.