Vendimiadores de Logroño 2025
Judith, David y un camino en comúnLos dos jóvenes relatan en una entrevista con Diario LA RIOJA cómo están viviendo las primeras semanas tras su nombramiento y cómo se imaginan tanto las próximas fiestas de San Mateo como los meses posteriores
Hasta hace poco más de dos semanas Judith Duro y David Schubert eran simplemente dos vecinos de Logroño más. Dos personas que, al menos conscientemente, no habían cruzado sus caminos hasta que un sueño, tal y como ellos mismos lo definen, provocó que se encontraran. Ambos, cuentan, querían ser Vendimiadores desde pequeños. Los dos, aseguran, fantaseaban con ese momento de verse en el balcón del Ayuntamiento dando la bienvenida a las fiestas de su ciudad y gritando al unísono eso de 'Logroñeses, logroñesas: viva La Rioja, viva Logroño y viva San Mateo'. Él y ella, cada cual por separado, anhelaba vivir ese instante y ahora, una vez que los dos han logrado su objetivo, han convertido ese deseo individual en un recorrido en común. Ya no son Judith y David, dos vecinos de Logroño más. Ya son los Vendimiadores de la capital riojana, aunque su proclamación oficial no se lleve a cabo hasta septiembre.
Ambos tienen mucho en común. Lo primero, la edad: son muy jóvenes, apenas superan los 20 años. Lo segundo, la manera en la que han disfrutado San Mateo desde su infancia: con mucha intensidad. Ella como componente de la peña La Rioja; él como uno de los miembros de la Asociación de Gigantes y Cabezudos de la capital. Y lo tercero, y principal, en la manera de afrontar este reto que tienen por delante este año. Lo hacen con grandes dosis de ilusión y de responsabilidad, además de con una complicidad que salta a la vista desde el primer encuentro con ambos. Su sueño se ha hecho realidad.
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David Schubert Yáñez | Vendimiador
«Disfrutaremos de cada momento: antes, durante y después de las fiestas»
David Schubert tiene 21 años y no duda en afirmar con rotundidad que, desde pequeño, su «sueño» era ser Vendimiador. Ya lo intentó el año pasado y no lo logró, pero en su segunda tentativa ha convertido ese anhelo en una realidad. «A veces ni nos lo creemos», reconoce el joven estudiante de Historia del Arte.
Junto a su compañera de cargo ha formado un tándem que se complementa bien, ya que ambos parten de una mentalidad muy similar. «Los dos hemos vivido ya las fiestas de San Mateo durante las 24 horas del día, por lo que no nos va a pillar desentrenados», considera el miembro de la Asociación de Gigantes y Cabezudos. «Ya estamos curtidos desde pequeños y creo que ninguno podríamos ya exprimir las fiestas de otro modo si no fuera como Vendimiadores», sentencia.
Esa es la meta que se ha propuesto. Que cuando el año que viene otros cojan el relevo, él pueda echar la vista atrás para comprobar que ha sacado el jugo a todos y cada una de las iniciativas de las que ha formado parte. «Queremos disfrutarlo todo: el antes, el durante y el después de las fiestas; llevamos mucho tiempo detrás de esto y no queremos que pase volando».
«Creo que voy a llorar cuando todo el mundo se ponga a cantar el himno de Logroño»
De momento, estos días están resultando una toma de contacto. Entrevistas con la prensa y primeras presencias en actos antes de que, en las próximas semanas, les tomen las medidas para la indumentaria que van a lucir en todo su periplo como Vendimiadores. «Y ya en septiembre empezaremos a mentalizarnos para todos los actos oficiales; tenemos que estar muy preparados psicológicamente para afrontar todo lo que se nos viene», apunta, para después certificar que existe «mucha complicidad» entre Judith y él. «Creo que eso se transmite y se transforma en optimismo, ilusión y ganas de vivir la fiesta y de compartirla con todo el mundo», destaca.
Schubert admite igualmente que se le eriza la piel cada vez que piensa en el momento del lanzamiento del cohete. «Es el instante que todo el que quiere ser Vendimiador tiene en la cabeza», opina. Aun así, prefiere ir paso a paso y no pensar más allá de lo que aparece más cerca en el horizonte temporal. Las fiestas ya llegarán y será el momento, por ejemplo, de beber zurracapote o de cantar a pleno pulmón el Himno de Logroño. Respecto a la bebida, el joven reconoce que le encanta. «De hecho, me gusta mucho el helado de zurracapote que hacen en una heladería de Logroño y me encantaría aprender a prepararlo», confiesa.
«Tenemos mucha; creo que se transmite a los demás y se transforma en optimismo»
Y sobre la canción, el estudiante de Historia del Arte recuerda que es músico y que llegó a hacer una versión de himno. «Me invitaron una vez a cantarlo, por lo que lo tengo más que controlado», afirma. «En comparación con otros, este es un himno popular, colectivo, emotivo y épico; nunca cansa y creo que voy a llorar cuando todo el mundo se ponga a cantarlo en la plaza del Ayuntamiento el día del inicio de las fiestas», relata.
Jóvenes que se involucran
Schubert considera que los Vendimiadores de este año se encuentran «muy mentalizados» con «el nivel de compromiso y responsabilidad» que conlleva el puesto y quieren ser un ejemplo de los jóvenes que se involucran por su entorno y por la cultura. «A veces se quiere dar la imagen de que la juventud no tiene interés por nada, pero creo que son muchos los que estamos involucrados en asociaciones culturales, en grupos de danzas, en cofradías, en peñas...», enumera.
Según su parecer, las fiestas de San Mateo han de ir mucho más allá de salir por las noches para la gente de menos edad. Considera que hay actos diurnos que valen la pena y él tiene por objetivo disfrutar de todos ellos. Esa es su ilusión: exprimir este año al máximo y hacerlo junto a sus seres queridos. «Es muy bonito ver a la gente que te importa orgullosa de tus logros; ellos también quieren vivir este proceso y nosotros estamos encantados. Esto es algo de todos», concluye.
Judith Duro de Francisco | Vendimiadora
«Tenemos ganas de compartir esta experiencia con todo el mundo»
Llegó, vio y venció, al igual que Julio César. La de este año fue la primera vez que Judith Duro se presentó al certamen de Vendimiadores. Y no le pudo ir mejor. Resultó elegida y, al igual que David Schubert, lograba de ese modo convertir en real «un sueño» que tenía en su mente desde hacía mucho tiempo. «Me sentía preparada para llevarlo a cabo porque he vivido a tope las fiestas desde pequeña», cuenta la logroñesa, de 22 años.
Con su elección, Duro siente haber alcanzado la meta en un recorrido que arrancó con tres meses en la peña La Rioja y que le ha llevado, por ejemplo, a representar al colegio en el que estudió (Sagrado Corazón) como niña de San Bernabé y a proclamarse también, el año pasado, reina de su peña. «Lo único que me quedaba era presentarme a Vendimiadora y estaba convencida de que lo podía conseguir», sentencia. «Ha llegado, eso sí, antes de lo que esperaba, pero yo soy partidaria de luchar hasta el final para cumplir los sueños», añade la joven, que acaba de terminar el grado de Educación Infantil y que afrontará próximamente tanto un máster en Innovación e Intervención Educativa como un nuevo grado, en este caso de Psicología.
«Quiero aprovechar desde el punto de la mañana hasta la última hora de la noche»
Todavía faltan un par de meses para San Mateo, pero Duro tiene muy claro cómo quiere vivir las fiestas. «Quiero aprovechar desde el punto de la mañana hasta la última hora de la noche», sintetiza. «Tengo muchas ganas de estar con la gente para compartir esta experiencia con todo el mundo», apostilla la riojana, quien al ser preguntada por lo que siente ante este reto, repite continuamente dos palabras: responsabilidad y compromiso. «Vamos a representar a todos los logroñeses y logroñesas», recuerda.
«Estamos soñando, ¿no?»
Tanto ella como David Schubert están todavía dando los primeros pasos en este camino común que acaban de emprender, pero a la joven logroñesa se le está pasando «bastante rápido» el tiempo. «Todas las semanas tenemos algo y nos gusta porque es bonito vivir todo este proceso hasta que llega San Mateo», relata. «Todavía seguimos en una fase de no creérnoslo del todo y algunos momentos pensamos: 'Estamos soñando, ¿no?'», reconoce.
Una vez que se percata de que es real lo que está viviendo, la maestra piensa en el «privilegio» que va a suponer vivir el lanzamiento del cohete desde el balcón del Ayuntamiento. «Solo lo vamos a vivir igual una vez en la vida», certifica antes de admitir que ya han «ensayado un poco» los estilos de baile que más se llevan en las fiestas. «He sido profesora de baile, pero más enfocado a la danza urbana y moderna; lo del pasodoble me pilla un poco más lejos, pero lo bailaremos igual», afirma Duro, quien también se visualiza haciéndose fotos con todo aquel que se lo pida. «Es muy bonito que la gente quiera tener un recuerdo contigo», opina.
«Estoy deseando que mis abuelos me vayan a ver el día del lanzamiento del cohete»
Duro coincide con David Schubert en que ser Vendimiador conlleva una importante preparación psicológica, pero también física. Supone ir de un lado a otro de la ciudad sin apenas descansos, pero la joven cree que se hará llevadero. «De momento, ya nos estamos reservando un poco en cuanto a fiestas de verano y, cuando llegue San Mateo, creo que vamos a sacar fuerzas de donde no las haya gracias a la ilusión y la emoción por vivir la experiencia al máximo», analiza. «Vamos a estar al pie del cañón en todo momento», apostilla.
Y durante todo este recorrido, la riojana contará con el apoyo de sus familiares. «Noto que mis padres me miran con admiración por lo conseguido», recalca la nueva Vendimiadora, quien hace hincapié en uno de los aspectos que le provoca «más ilusión» de todo este proceso. «Estoy deseando que mis abuelos me vayan a ver al cohete», sentencia antes de agradecer las muestras de cariño que ha recibido desde que se produjo la elección. «Cuando alguien se alegra de corazón por ti, se nota», finaliza la logroñesa.
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