El Supremo ratifica la condena de dos años al policía de Logroño que destruyó el atestado de un accidente
Los hechos se remontan a 2015, cuando el agente trituró el parte de una colisión en la que estaba implicado el familiar de otro policía local
LA RIOJA
Sábado, 11 de febrero 2023, 09:57
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a dos años de cárcel al policía local de Logroño J.M.C. por destruir el atestado de un accidente de tráfico en el que estaba implicado un familiar de otro agente. La sentencia ratifica el veredicto de culpabilidad que, en noviembre de 2019, decretó un jurado popular y la sentencia de la Audiencia Provincial, que llegó apenas unos días después (el 29 de noviembre de 2019). Además, también se mantienen la sanción económica de 3.600 euros y los cinco años de inhabilitación como agente de la autoridad.
Publicidad
El Supremo argumenta que aunque la destrucción del parte de accidente finalmente no provocó que se impusiese la sanción por conducir bajo los efectos del alcohol, el agente cometió un delito de infidelidad en la custodia de documentos.
Ya en la primera sentencia del jurado popular se dictaminó que el agente J.M.C. era culpable de «haber destruido a sabiendas un atestado correspondiente a un accidente de tráfico en las dependencias del departamentos de atestados de la Policía Local de Logroño donde prestaba sus servicios profesionales como agente de la Policía Local».
Los hechos se produjeron el 18 de septiembre del 2015 cuando dos vehículos colisionaron en una rotonda de Logroño y acudieron varias patrullas de la Policía Local, entre ellas la formada por A.T.L y J.R.. Ellos fueron quienes practicaron la prueba de alcoholemia a los conductores de ambos vehículos. Uno de ellos era conducido por F.J.P.G., que dio positivo y que viajaba junto a su mujer, C.G.T. El piloto del otro turismo era A.M.T. y el propietario de este era el también agente de este cuerpo policial que acudió al lugar de los hechos avisado por su hija.
Poco después del accidente se produjo una llamada desde un móvil, cuyo titular es C.G.T., al teléfono del principal acusado en este caso, una llamada que volvió a repetirse la mañana del 19 de septiembre del 2015. Ese día J.M.C. acudió a su puesto de trabajo e «hizo desaparecer parte de un atestado», incluidas unas tiras de alcoholemia. El atestado era el relativo al accidente de la noche anterior.
Publicidad
De acuerdo con los hechos considerados probados por el jurado, y que ahora han sido ratificados por el Supremo, y como consecuencia de la llamada telefónica recibida la noche anterior, J.M.C. hizo desaparecer «de forma intencionada» estos documentos y en el momento en el que introdujo los papeles en la trituradora, los otros dos policías juzgados y ahora exculpados se encontraban trabajando en esas mismas dependencias pero no se dieron cuenta de lo que introducía en la picadora el principal acusado.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión