La botas de vino que no solo sirven para beber

La chavalería que atestó la parte central de la plaza del Ayuntamiento salió de allí con la camiseta rasgada y, el trozo que no se rompió, empapado en vino. Cosa de las botas, que no solo sirven para beber. Así que después del evento principal del día abundaban los críos medio sin ropa por ahí. Los hubo que incluso se remojaron en la fuente del Espartero. No, nada parecido a lo que pasaba en su momento de chapuzón general para arrancar los restos de harina. Cohete sucio lo llamaban entonces. Ya apenas se usa harina, tampoco fuera de los límites de la plaza consistorial, allí donde se bebe de verdad, al otro lado de los espacios acotados por el Ayuntamiento, donde solo se permitía el tradicional odre. Pero limpio del todo tampoco fue.

La animación en la plaza comenzó con los vivas y más vivas y una ola y otra ola a la espera de la explosión del cohete. Y siguió con un empujón va, otro viene y, al siguiente, el personal patas arriba con la valla y todo. Así que hubo quien acabó revolcado por el suelo. Hasta tres veces pasó la marea y una se llevó por delante parte del vallado que separaba el escenario.

No llegó la sangre al río. En una primera valoración, las asistencias de Cruz Roja fueron 30, todas ellas de carácter leve (traumatismos, cortes, intoxicaciones etílicas y síncopes fundamentalmente). Con todo, y con carácter preventivo, se trasladó a cuatro personas a un centro sanitario para su valoración.

Por cierto, Marcos, que sepas que hay quien te quiere. Lo decía una chica en una pancarta que elevaba sobre la cabeza. Y para mayor referencia, mencionaba el pueblo cántabro de Suances. Ya sabrás tú. Por eso de aprovechar el espacio, en la parte de atrás ponía 'Viva Logroño'.

Dado lo laboral y lo escolar de la jornada, aunque esta última parte no se notara demasiado, no faltaron las alusiones a quienes hubieran querido estar pero no pudieron. Maestro como es, el vendimiador, Marcos Ascacíbar, mencionó a los alumnos, cuando le tocó coger el micrófono. Desde algún centro de trabajo próximo a la plaza del Ayuntamiento, el personal salía a la puerta en el último momento para participar desde la misma en el acto.

La falta de música en la plaza hasta cinco minutos antes de las 13.00 horas establecidas, mientras se iban congregando las miles de personas que por fin se juntaron, si fue un aburrimiento para algunos, no les vino mal a quienes trataban de llevar a cabo sus tareas, contaban.

Tras la efusión del himno de Logroño, cuya letra tendrá que estudiarse en los coles porque el estribillo, bien, pero una vez en las estrofas nos perdemos –dentro del Consistorio se habían repartido hojitas con el texto–, las charangas de las peñas tuvieron su huequito desde los arcos de la casa consistorial.

Por último, la actuación de Dj José AM con música electrónica, completó el evento. Electrónica si bien no quita para que los asistentes también pudieran corear a pleno pulmón eso de 'Y tú bailando, bailando, bailando. Y yo llorando, llorando por ti', de La La Love You, grupo que, por cierto, actuará el 23 de septiembre en esa misma plaza.

Según la Policía Nacional, fueron 38.000 personas las que se sumaron al cohete –40.000 en la plaza y 50.000 si se cuentan las calles adyacentes, se decía el año pasado, cuando se quemó la mecha en sábado–.

Fuera del recinto, había quien seguía de almuerzo –se ve que se habían liado y...– quien se hacía fotos en la Gran Vía con la fuente del vino de fondo –el auténtico photocall de la ciudad–, quien se acodaba de los primeros en las barras de Laurel o de San Juan, en fin, todas esas cosas que se hacen en San Mateo y que, desde ya, son prioridad.

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