Las fiestas de 2022 o el regreso al pasado

La música de época ha vuelto a las calles y, detrás de un dragón que mueven tres personas, se arremolinan de nuevo los vecinos en pasacalles. La plaza del Mercado huele a rosquillas recién fritas y por el centro histórico corren chavales y mayores con espadas al cinto que llegarán tarde a sumarse al ataque o a la defensa de la ciudad. San Bernabé ha regresado con todo: con el mercado, con los recreacionistas, con las banderolas en las fachadas, con los mesones de quita y pon de Santiago o Barriocepo, con los saltimbanquis de giros imposibles en aros de acero...

Ayer fue día de terminar los preparativos, de levantar persianas y de tomarle el pulso a lo que van a ser estos próximos días festivos. Quienes no se acababan de creer que esto fuera posible, ya pueden quitarse la inquietud. Lo primero que hizo la Corporación, con el alcalde Pablo Hermoso de Mendoza a la cabeza, fue revisar los campamentos militares. Porque, al final, esto va de rememorar un intento de asalto y de resistencia al invasor, todo allá por 1521. El francés se encuentra en la sombra que proporciona el parque del Ebro, con las armas ordenadas y los cañones en su sitio. Hoy les llegan refuerzos, decían los ya instalados. La batalla no va a ser fácil. El logroñés, en Barriocepo, pleno Casco Antiguo lleno de gente. La defensa tendrá que ser heroica.

Entre uno y otro, decenas de puestos de mercado renacentista en el que encontrar casi de todo. Si tiene usted la tensión disparada o el colesterol rebelde acuda con ánimo firme porque le asaltarán tentaciones. Muchas.

Un pregón que recordaba que este año se festeja el quinto centenario del Voto del San Bernabé, ese manual de actos imprescindibles para honrar como se debe al patrón, inauguró el mercado. Queda mucha labor por delante estos días. Que si vísperas y evocación histórica, que si procesión, que si luminarias, que si festejo taurino, que si reparto del toro a los vecinos... Eso y todos los demás actos que se han ido añadiendo y que se han convertido en necesarios, como el reparto del pan, pez y vino, que tras dos años constreñido a la Cocina Económica volverá a ser multitudinario.

Pero hubo más pregones ayer, porque los niños que acuden durante el curso a las ludotecas habían preparado el suyo y, frente a las murallas del Revellín, formularon sus pareados con aquellos valores que querían resaltar. Hasta un himno cantaron: 'San Bernabé, los logroñeses te quieren; San Bernabé, todo tu pueblo te ensalza....'

Y a medida que fue avanzando la tarde, los vecinos vestidos de época fueron más. Y los tambores encabezando desfiles también aumentaron... No en vano, se celebraba concejo abierto en la iglesia de Santiago para decidir sobre cómo enfrentarse al enemigo una vez recibidas noticias de Navarra que decían que Asparrot avanzaba y que iba a llegar en nada. Estas próximas jornadas, mediante representaciones, vecinos y visitantes se sumergirán en aquellos acontecimientos que marcaron el devenir de la ciudad.

No terminó el día sin otra pincelada con la que ir completando el marco en el que se desarrollarán los sucesos, la función teatral ¡Qué vienen los franceses!, de Sapo Producciones, en la plazuela Alonso Salazar, en la que participan más de 150 personas voluntarias, entre ellas, 15 actores y actrices principales que, con el Sitio de 1521 de fondo, no dejaron de realizar guiños al presente. Por cierto, también podrá verse hoy en el mismo lugar.

Hoy ya los ejércitos estarán preparados y se darán los primeros movimientos bélicos y, casi, casi los segundos también... No en vano, la victoria tiene que lograrse antes del día 11, que es San Bernabé, y por algo los ancestros lo nombraron patrón.

Así, en 2022 se consumará el regreso al pasado porque se recupera la inmersión en el siglo XVI y porque también todo se asemejará a 2019, cuando aún no sabíamos nada de pandemias.

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